Isadora pensó que había algo mal con sus oídos. “Minerva, ¿qué dijiste?”.

Minerva sonrió y lloró al mismo tiempo. “Isadora, ven rápido. Vi al Tío Holden. Tiene que ser él. Ven rápido”.

Isadora estaba completamente atónita. Estuvo sin palabras por un muy largo rato.

“¿Isadora? ¿Isadora?”, dijo Minerva desde el otro extremo del teléfono.

“Sí”. La voz de Isadora sonó como un fantasma.

Efectivamente, Holden había estado en la cabeza de Isadora todo el día todos los días, pero nunca imaginó que Holden podría estar vivo. ¿Qué estaba pasando? ¿Era realmente Holden? ¿No había muerto? Isadora no tenía ni idea. En ese momento, los sentidos y el corazón de Isadora estaban reaccionando más lento de lo usual, por lo tanto, solo respondió después de un largo tiempo cuando Minerva la llamó.

“Te esperaré en el hospital. Ven rápido. Ah, cierto, lleva a Aino contigo. A mi tío le gusta mucho Aino. Ven rápido. Iré primero y mantendré a mi tío aquí para que no se vaya”.

Después de decir eso, Mi