—La acepto y me disculpo, yo no debí de ser tan duro, pero tampoco debías salir a solas con un hombre que acabas de conocer por más colegas que sean.
Ella asintió, aunque seguía distante, de modo que la jale atrayéndola a mi lado.
—¿Sigues enfadada?
—Sí, lo estoy, no quiero esto de estar discutiend