—Vaya, Aslan, te he extrañado mucho, deberías venir a verme correr de vez en cuando, eso te haría soñar con algo que no podrá volver hacer más.
El hombre hizo un comentario fuera de lugar.
—¿Quién invitó a este imbécil? — reclamó uno que parecía ser el jefe.
—Óscar recuerda que es una fiesta abierta