Capítulo 894
Ana seguía un poco aturdida, mirando la cara del supervisor, que parecía a punto de volverse loco de desesperación, sin siquiera haber reaccionado a lo que había sucedido.

En ese momento, un trabajador cercano vio lo que ocurría, y corrió hacia ella, arrastrándola a un lado.

Justo en el instante en que ella se apartó, una pesada placa de acero cayó exactamente donde Ana había estado parada, y después de un estruendo, el suelo se cubrió de un grueso polvo.

Los presentes en el lugar miraron la escena con miedo, especialmente Ana, que estaba pálida del susto, ya estaba un poco afectada por el calor y ahora su corazón parecía a punto de saltarle del pecho.

Esa placa de acero, si hubiera caído sobre ella, podría haber significado una muerte segura, sin ninguna posibilidad de sobrevivir.

La idea de que casi pierde la vida allí hizo que las piernas de Ana se debilitaran.

Al ver esto, el supervisor también se asustó mucho, y rápidamente la escoltó hacia el coche.

Sentada en el coche, Ana todav
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