Las dos mujeres no se dejaban, y en poco tiempo empezaron a pelearse de verdad. El drama atrajo a muchos transeúntes que acudían a la tienda, y pronto ésta se vio rodeada por un numeroso grupo de personas.
El dueño de la tienda llamó a los guardias de seguridad, que separaron a las dos mujeres.
Irene Sánchez, que había sido una niña mimada desde pequeña, no era rival para Ana López, y tras la pelea, no sólo no tenía la ventaja, sino que recibió varios golpes, y tenía un aspecto terrible.
Cuando vio que había más gente, se le ocurrió una idea, se señaló los moretones de la cara y gritó a la multitud:
—Miren a esta mujer, es tan mala, ha estado andando con hombres sin vergüenza desde la secundaria, y ahora que está con un sugar daddy, se volvió tan grosera que cree que puede golpear a la gente, ¡qué mujer tan desvergonzada!
—Irene Sánchez, va contra la ley insultar a la gente. —replicó inmediatamente Ana López.
Irene Sánchez se volvió hacia Manuel Pérez:
—Manuel, tú trabajabas con ell