Capítulo veintisiete.
Henry.
Cuando pase por ella pude jurar que no pude quitarle los ojos de encima y tampoco quitarle mis manos de su cuerpo, la había extrañado.
Había extrañado el tiempo que habíamos pasado juntos bajo las sábanas y también sobre cualquier superficie siendo unos adolescente hormonales.
Ese vestido se le ve demasiado bien y se lo dije demasiadas veces, es más baja que yo aún si mide 1.75, yo mido 1.98.
Tengo ganas de tomarla entre mis brazos y hacerla sentir bien, quiero que sea en el único hombre que piense y en el único que suspirar, ser el único que estar con ella de ahora en adelante.
No tengo chófer, voy a manejar yo solo hasta la ciudad pero siempre traía a mis guardaespaldas siguiendome, me gusta ser discreto así que prefiero que vayamos por separado.
-¿Es muy lejos?- pregunto mientras observaba todo el paisaje por la ventana.
-Si, por eso te pedí que viviéramos a esta hora para no llegar tarde a nuestra reservacion.
-¿Crees que mi vestido es casual?.
-Si, se te ve demasiado linda