Lucy
Hemos llegado a casa hace una hora, es la 1 de la mañana y no he tenido noticias de Daniel. Tal vez esté ocupado, tal vez esté en esos eventos que hacen después de cada pelea…
Me reacomodo para el toro lado del colchón y miro por la ventana, la luz de la luna llena entra por la ventana. Aun la imagen de él golpeando a aquel pobre hombre me pone la piel de gallina, estaba furioso, estaba… incontrolable.
Solo quiero saber si se encuentra bien, solo… debería de escribirle.
Para Daniel (1:25am):
¿Estás bien?, no quiero molestar solo… saber cómo estás.
Doy “enviar” y espero lo que me parece una eternidad para recibir una respuesta que ilumina mi pantalla y pone como loco mi corazón.
De Daniel (1:27am):
Si, estoy bien ¿y tú?, &iq