Daniel
Me giro y no encuentro a Lucy. Me levanto de inmediato un poco alarmado y busco por la habitación, escucho el baño y luego en un instante ella aparece usando mi camisa, al cruzar mirada me sonríe y puedo notar sus mejillas enrojecidas. Me vuelve loco esa chica, puedo sentir su piel aun sobre la mía, puedo sentir el calor de su sexo y sus labios pegados en mi oreja. Anoche ha sido… alucinante.
Se sienta en la orilla de la cama pero no puedo esperar más así que solo la llevo a mi regazo, aspiro su cabello y su olor consigue volverme loco, y no quiero escucharme como Ángel.
—¿Cómo estás? —pregunto y puedo sentir como se acurruca en mi regazo.
—Bien, me refiero a que… muy bien —dice y se vuelve hacia mi, sus ojos me pierden, me hacen perder la preocupación de lo que hemos hecho, me hacen no pensar en que esto pudiera traer