Ángel
—¿Dónde trabaja Mae? —pregunto a la chica de la recepción quien me mira con el ceño fruncido.
—Segundo piso —asiento y voy directo al elevador, pero hay demasiada gente así que decido ir por las escaleras.
Al recorrer los pasillos percibo que hay bastante gente a pesar de que ya casi es hora de cerrar. Miro el enorme número dos en unos vitrales. Y es cuando la veo... mi cuerpo y mi mente se tranquilizan de inmediato. Ella está aquí y es cuando un hombre con bata blanca se acerca a ella, está demasiado cerca, le sonríe... ¿por qué le sonríe?
Cruzo el vitral y Mae rápidamente mira en mi dirección, tiene los ojos bien abiertos y se ha sonrojado, es sumamente hermosa.
—Ángel... —carraspea y sonríe de forma débil—. Yo...
—Bien Mae... entonces te e