~ NICOLÒ ~

"¡Papá! ¿Quién es esta chica?"

La voz aguda de Bella resonó por el corredor, y me alejé de Bianca como si hubiera recibido un choque eléctrico. Mi corazón se disparó, parte por la interrupción súbita, parte por la culpa absurda de haber sido atrapado en una situación que no debería estar pasando.

Me volteé hacia la puerta y allí estaba mi hija, sus rizos castaños escapando de la trenza que mi madre había hecho por la mañana, el vestido rosa con manchas de algo que parecía ser salsa de tomate. Sus ojos castaños, tan parecidos a los de la madre que a veces dolía mirar, me encaraban con curiosidad pura e inocente.

Abrí la boca para responder, para explicar, para decir... algo. Pero mi cerebro estaba completamente en blanco. Las palabras se enredaron en mi lengua y nada salió.

Entonces Bianca se movió.

Se agachó con gracia natural, doblando las rodillas hasta quedar a la altura de Bella. Una sonrisa suave curvó sus labios, el tipo de sonrisa que alguien reserva para niños, cáli