— Sophia — dijo el hombre colocándose atrás de ellos, la chica sintió que la piel se le erizaba, estaba ahí, Andrew el tipo que la había dejado a tan solo días en el altar.
—¿Quién te crees que eres para venir aquí? — gritó moleta, desde su separación no se miraban, y el muy idiota había llegado en el momento justo cuando necesitaba hablar seriamente con Noah sobre lo que escuchó
— Supe que tu madre estaba enferma — agregó Andrew mirando a Noah con desagrado
— Y eso a ti qué te importa, estás con mi prima ahora, mi madre ya no es nada tuyo ni yo — dijo ella con molestia ante la mirada confusa de Noah
— Vine porque en tu familia ya se enteraron de lo que estás haciendo con este tipo, y no quieren que tu madre esté aquí, me enviaron a mí, porque tu tía está demasiado mal también, así que vine por Amelia, la llevaremos a otra clínica, tu tía no quiere que tengas que pagar su atención aquí, revolcándote con tu jefe — la acusó con sarcasmo como si él no hubiese sido un traidor
— Qué carajos