Capítulo 21
El anciano del concejo decide retirarse con Liliana, no sin antes dejarle claro a Italo que hará lo necesario para que el se case con su nieta por ofenderla.
Mauricio no quiere recibir a Julián en casa, puede ver en el rostro de Susan que su presencia le es incómoda
— Te doy mi bendición, pero vete, no te quiero ver en mi casa — Mauricio gruñe, Julián solo quiere problemas.
Su hijastro solo le trae problemas, quisiera romper con ese lazo definitivamente pero lo ata una promesa.
— Al parecer olvidas las tradiciones de nuestra manada, Debes darme tu bendición en la noche de luna llena, en la mañana partiremos, así que acostumbrense a verme un día.
Julián lanza sus maletas al suelo y le exige a sus sirvientes y a la chaperona que vigila la virtud de Alejandra que se ubiquen en la mansión.
Susan sube corriendo a su habitación, se quita la ropa aún sucia por el escándalo en el mercado, se sumerge en la tina de agua tibia que preparo una de las sirvientas mientras su nana llega