Angelina rodó los ojos, de protones dió cuenta que el padre era mucho más posesivo que su hijo, ni a Lucien le agradaba Alejandro, ni al pequeño Lucien, le agradaba el niño Alexandro
— Ustedes dos son imposibles, deberían buscar una cueva e irse a vivir allí, así nada ni nadie va a molestarlos — dijo una impaciente Angelina
— ¿Pero tú vas a venir con nosotros, mami? — el inocente Lucien, preguntó sin malicia, fijó sus grandes ojos verdes en su mamá, esperando respuesta
— Claro que sí bebé, mamá siempre estará contigo, cariño
— El niño sonrió contento — ¿Escuchaste papá? mami, nunca va a abandonarnos, ella siempre nos va a amar a ti y a mí
— ¿Este niño fue cupido en su vida pasada o que demonios? — murmuró bajito la CEO, ella no pretendía conservar al padre, solo quería tener a su lado a su pequeño y darle todo su amor, pero solo a él
— Mamá, es única y especial, nosotros tampoco abandonaremos a mami, nunca, ella siempre contará con nuestro apoyo y... nuestro amor
Por fortuna el coc