Antes se podría decir que odiaba los clichés, a pesar de que el mundo en si es un cliché. Pensaba que la única forma de estar en un cliché era a través de un libro, película hasta una serie… Pero ahora me sentía dentro de uno.
Me sentía tan feliz de haber conocido a James, y que todos los temores de mis padres de que iba a descuidar mis estudios o que iba a verme afectada tanto física como emocionalmente… Nada de eso paso, de hecho, ahora mismo me sentía muy feliz.
«Te adoro»
Dos palabras que habían marcado un antes y un después en todo esto.
—¿Te llevo a tu casa?
—No, quiero caminar. —Le sonreí y camine un poco hasta que escuche su voz detrás de mí.
—Entonces vamos juntos. —James tenía la moto arrastrándola.
—¿Prefieres caminar teniend