Durante los dos días siguientes, Fang Xueman permaneció en la UCI, y la preocupación de Jiang Sese no hizo más que intensificarse.
Por mucho que Jin Fengchen, así como el Amo y la Señora Jin la consolaran, el corazón de Jiang Sese estaba constantemente atrapado en su garganta.
El tiempo pasaba lentamente, y el estado de Fang Xueman no mejoraba.
Un día, Jiang Sese fue a ver al médico para entender mejor el estado de Fang Xueman. Cuando salía de la consulta se topó con Fang Yuchen, que vestía un traje de alta calidad y tenía un porte notable.
“¿Primo?”. Jiang Sese le saludó y sonrió amablemente. “¿Por qué estás aquí?”.
Fang Yuchen la había visto y se detuvo antes de sonreír cálidamente. “El Abuelo quiere verte antes, ¿estás libre hoy?”.
Al oír esto, Jiang Sese hizo una pausa antes de decir: “Estoy libre, pero no he preparado nada”.
Originalmente había planeado ir a buscar algo un día antes de la fiesta. No esperaba que el Viejo Fang quisiera reunirse con ella de repente.
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