Habiendo visto de lejos la pastelería que tenía delante, la niña tomó la mano de Xiaobao y entró corriendo, ignorando por completo a los dos adultos que venían detrás.

Cuando Jiang Sese y Fu Jingyun entraron, vieron los pasteles en la bandeja del camarero que estaba a su lado y ninguno de los dos pudo evitar darse una palmada en la frente.

Los dos niños habían pedido todo tipo de pasteles del menú.

Sin embargo, a juzgar por la expresión de Xiaobao, era obvio que todos los pasteles los había pedido Tiantian.

Jiang Sese se acercó al lado de Tiantian y le dijo con severidad: "Tiantian, todavía eres joven. No puedes comer tantos pasteles recubiertos de azúcar. Ten cuidado, o se te pudrirán los dientes".

"No, no lo harán. Todo esto fue ordenado por mi hermano. Solo lo estoy acompañando", añadió Tiantian haciendo un puchero.

Al ver la cara de terquedad de Tiantian, Jiang Sese añadió con seriedad: "Un niño que miente no crecerá alto. Si vas a ser así, ya no le agradarás a mami".

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