“Lo entiendo. Lo entiendo. Aprobaré la solicitud de préstamo ahora y remitiré la notificación al Grupo Jin”.

El jefe del departamento se marchó a toda prisa.

Li Shushen dejó escapar un largo suspiro de alivio. Afortunadamente, Jin Fengchen lo encontró a tiempo. De lo contrario, si esto lo ofendía, sería realmente un gran problema para ellos.

Los fondos del Banco Asia-Pacífico no tardaron en llegar. Gu Nian estaba tan emocionado que ni siquiera llamó a la puerta y la empujó directamente al despacho del presidente.

“¡Joven Amo, recibimos los fondos!”.

Jin Fengchen parecía sonreír mientras decía: “Estupendo. Con los fondos ya en marcha, los proyectos de la empresa pueden seguir adelante”.

Gu Nian sintió como si se hubiera levantado una enorme roca que tenía en el pecho desde hace muchos días y se le dibujó una gran sonrisa en la cara.

“Seré más precavido la próxima vez. Esto no volverá a ocurrir, Joven Amo”, aseguró Gu Nian.

Jin Fengchen asintió. “Creo en ti”.

Como los proyectos