Alguien está llamando a la puerta — dijo Eleanor en una voz cantarina, y mirándolo a través del espejo.
Déjalos… — dijo ronroneando — ven a la cama… — Eleanor rió.
Estás un poco eufórico.
Tú me pones eufórico — rieron. La puerta volvió a ser golpeada.
Carlisle… ¿y si es algo urgente?
Llamarían por teléfono… — dijo levantando la cabeza y apoyándola en el codo.
¡Descolgaste el teléfono para que no nos interrumpieran! — dijo ella riendo. El puso cara de inocente — bueno… — se levantó — si no vas tú…
¡Diles que no molesten! — casi gritó cuando Eleanor salió de la habitación. La cabaña, a pesar de ser espaciosa y confortable, tenía una sola planta, y casi todas las dependencias se comunicaban directamente con la sala de estar. Eleanor llegó rápidamente a la puerta, para abrirla y encontrarse con Kalem Green. Este la miró de arriba abajo, y simulando la rabia en una trémula sonrisa, la saludó.
Kalem… — dijo seria, y acomodándose la bata. — eh…
Disculpe que la moleste, señora… — dij