Alejandro al ver a la pobre Vayolet tan triste le hablo.

-Se que quizá nada de los que diga o haga, permita que tu corazón no sufra, pero tu para mi eres como una hija Vayoleth, perder a un padre es el dolor más grande que un ser humano puede pasar, pero sabes, se que todos van a un lugar maravilloso, y tu lo sabes mejor que nadie, estuviste ahí, sabes la paz en la que se vive, tienes que ser fuerte, el dolor pasará, jamás lo olvidará, ni el a ti, te cuida desde el otro mundo, y quien sabe, quizá reencarne en alguien cercano a ti.

-Gracias, por todo, por apoyarme.

- No tienes nada que agradecer, tu haces a mi hijo feliz, conmigo tienes un lugar en mi familia siempre.

August la ayudo a ponerse de pie, ellos fueron al castillo de Alejandro y Alondra, ella los esperaba, y dio un gran abrazo a Vayolet.

-Mi querida niña, ven conmigo, necesitas un baño.

-Gracias su Majestad.

Alondra llevó a Vayolet a la habitación que prepararon para ella.

Alondra la ayudo a darse un baño, puso varios aceit