Una conversación

Mi carta habia sido devuelta

Elliott

El tiempo pasa rápido y tu ausencia es aún más notable cada día, cada lugar que recorro me recuerda a ti, todavía conservo el suéter que me regalaste porque me había gustado ¿lo recuerdas? Jamás me lo quise poner porque quería mantener tu esencia intacta, tenerlo me hace recordarte

Aun me pregunto el porque me dejaste sin decirme nada, todo estaba tan bien entre nosotros, no entiendo., creo que jamás te entendí sin embargo quiero arreglar las cosas, aun no es tarde, por favor vuelve, te necesito

Fue eso lo que estaba escrito, nunca pensé que me trataría así. Limpié mis lagrimas nuevamente, no quería que mi madre me viera llorando otra vez. Una notificación llegó a mi computadora, por mera casualidad me asomé y lo que me encontré fue lo que me terminó matando

"Elliott ah publicado una foto nueva"

En aquella foto estaba muy sonriente con una chica a su lado, ella lo tenia abrazado ambos estaban parados frente a una librería

Él ya estaba feliz sin mi ¿Cómo pudo superarme así de fácil? ¿acaso nunca me amó? Quería saber sobre él, pero no de esta manera, volví a mirar su foto tratando de asimilar la situación, me negaba a creerlo, mi Elliott no era así, el jamás me hubiera echo esto, él dijo que me amaba, lo prometió, prometió que jamás me haría daño. Mi mente se imaginó muchas cosas y todas ellas eran como él sonreía al lado de esa chica, esa era la misma risa que tenia cuando estaba conmigo, todo lo que hacía conmigo ahora lo hará con ella ¿cierto? Ella será quien escuche sus chistes malos, será quien lo abrace cuando se sienta desesperado, y él recurrirá a ella cada que se sienta triste, le contará sus miedos, le susurrará al oído, ya no seré yo, será alguien mas y eso es lo que me dolía aceptar.

Con todo el dolor de mi corazón lo elimine de mis amigos, no quería saber mas sobre él, si seguía observando me haría mas daño. Tiré nuestra foto enmarcada al cesto de basura, luego de unos minutos me arrepentí, no estaba lista para deshacerme de sus recuerdos, no, aun no. 

Pasaron algunos días y mi madre tuvo que ir a pedir permiso a la institución, tuve una recaída muy grave, creo que lloré tanto hasta desmayarme, mi papá me encontró tirada en el piso y rápidamente me llevaron al hospital. 

Desperté rodeada de aparatos y lo primero que vi fue a mis padres angustiados, Helaena sentada a mi lado

-Que bueno que despiertas- dijo Helaena con preocupación

- ¿Por qué estoy aquí?

-Ema, espero que con esto hayas entendido- el rostro de mi madre se endureció- no permitiré que te sigas lastimando de esta manera

-hija, el doctor ah dicho que estas muy débil, no es nada grave en realidad, pero tienes que poner de tu parte para recuperarte- me dio tristeza ver el semblante angustiado de mi padre

-y como no estarías de esa forma si te has negado a comer, has estado evitando a tus amigos- mi madre parecía molesta- ¿acaso quieres morir?

-vasta de reclamos Samanta, no es el lugar ni el momento- interfirió mi padre

Mi mamá rodó los ojos y comenzó a dar vueltas en la habitación

-buenos días familia Lee- en médico apareció para dar las recomendaciones para cuidar mi salud- es importante que coma a sus horas, le proporcionaré algunas vitaminas y si me permite un consejo, la señorita Ema debería considerar ver a un psicólogo

Supongo que le contaron la razón por la que me negaba a probar bocado

-no estoy loca

Mi madre enseguida voleó a mirarme como si pidiera que me callara

-señorita Lee, es necesario que…

-no veré a ningún maldito psicólogo ¿entiende?

-entiendo su molestia, pero si no pone en orden sus pensamientos su salud empeorará

-le agradecemos su consejo Doctor, me aseguraré de que mi hija acuda a un psicólogo- agradeció mi mamá

Me dieron de alta pronto ya que el asunto no pasó a mayores, mi cuerpo aun se sentía debilitado, pero existía una gran ventaja de todo esto, no iría a la escuela por mis condiciones, estoy segura que esos chicos me molestarían con el mismo tema, pero había algo de lo cual no me libraba y era de mis tareas

Pues ahí me tenían haciendo las actividades a la carrera, mi padre dijo que de esa manera mantendría ocupada mi mente para no pensar en el canalla de Elliot, sí, así lo llamó “canalla” 

-Ema, alguien vino a buscarte

-estoy ocupada- respondí mientras trataba de resolver los problemas matemáticos en la sala, la razón por la que no estaba en mi cuarto era porque estaba siendo vigilada. 

-Hola Ema.

Alcé la mirada y me encontré con esos ojos verdes y esa figura alta

- ¿Roy? ¿Qué estás haciendo aquí?

 -me enteré por Helaena lo que sucedió así que vine a ver como estabas. 

-Josh estas en tu casa, ojalá puedas quitarle el mal humor a Ema- dijo mi madre retirándose a la cocina 

- ¿Qué es lo que quieres Roy? - volví mi mirada hacia mis apuntes 

El pareció mirar las hojas tiradas de mi cuaderno

- ¿necesitas ayuda? 

Suspiré mirando el desastre que había a mi alrededor 

 -nunca fui buena con los números- confesé rascándome la cabeza con un lápiz

Él se sentó a mi lado, revisando mis apuntes y las actividades a entregar 

-tiene suerte, porque yo soy muy bueno con los números- presumió

- ¿eres un nerd?  

-algo así

-entonces ayúdame- supliqué

Mientras Roy resolvía algunas factorizaciones yo flojeaba, dejé caer mi cabeza sobre la mesa de cristal y comencé a observarlo, parecía muy concentrado, el color de su pelo era muy hermoso, poseía unas cejas pobladas y pestañas largas y rizadas

-Roy, te envidio, mira tus pestañas, son muy hermosas

Soltó el lápiz y esquivó mi mirada por unos instantes

- ¿te sientes bien? - preguntó 

-claro

-es como si estuvieras delirando. 

-no bromeo, en verdad tienes unas pestañas hermosas

- ¿solo las pestañas? - preguntó algo atrevido

-tiene un rostro angelical ¿a cuantas chicas has hechizado con esa mirada? 

-ninguna que me interese

-ahora que lo mencionas, nunca te eh visto ninguna novia, Roy acaso tú ¿Eres gay? - bajé la voz al pronunciar la última oración 

-pero que ironías dices- sonrió apenado

-no te juzgaré, Marco tiene esos gustos y forma parte de nuestro grupo- me encogí de hombros

-No Ema, no soy gay y puedes llamarme por mi nombre

-ok. Entonces dime Josh ¿hay alguien que te guste? 

- ¿Por qué preguntas eso? - dijo esquivando mi mirada atacante 

-anda, cuéntame 

-olvídalo Ema 

-anda- insistí jaloneándole las mangas de su suéter

Él cerró los libros y respondió 

-hace tiempo me gustaba alguien- confesó

Me acomode para ponerle atención

- ¿y qué pasó? - pregunté curiosa

-a ella le gustaba alguien mas 

- ¿era bonita?

-cómo podría describirla- se preguntó mientras se golpeaba el lápiz en la frente después me miró por unos instantes, creo que lo empecé a incomodar 

- ¿bonita? Esa palabra no basta para describirla, su sonrisa era muy ruidosa, pero era lindo ver las comisuras de sus labios elevase, el viento meneaba su pelo largo como si fuese un barco en las olas, sus ojos eran tan azules como el océano que se podía ver a través de ellos, su aura trasmitía paz, su voz era melodiosa como si un ángel hubiese bajado del cielo, ella es perfecta en todos los sentidos-sus ojos se le iluminaban al describir  aquella chica

-wow, nunca eh escuchado a un hombre hablar así de una chica ¿se lo dijiste?

-no, como dije, su corazón le pertenecía a alguien más, sería una lucha que estaba destinado a perder

 

-insisto, debiste habérselo dicho 

- ¿acaso hubiera cambiado algo?

-claro. Así que si tienes la oportunidad deberías confesar tu amor por ella, nunca es tarde 

-pero si su corazón le sigue perteneciendo a otra persona ¿Qué debería de hacer? 

-en ese caso, debes arrancárselo del corazón y conquistarla- sugerí con firmeza.

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