Clara negó con la cabeza. —Más vale prevenir que lamentar, es mejor quedarse en el barco.

Darío dudó un momento antes de preguntar: —Señorita Suárez, ¿me permitiría preguntar por qué está arriesgando tanto al cruzar de regreso a su país? Su salud ya no es buena y he oído decir que no tiene muchos parientes allí. ¿Por qué ha decidido regresar?

—Hmm, es algo personal.

Clara fue muy reservada, sin revelar ninguna pista.

Darío fue lo suficientemente perspicaz como para cerrar la boca y no hacer más preguntas. —Entonces, debería descansar temprano.

El barco atracó y el suministro y la reparación de la embarcación tomaron medio día. Clara ni siquiera salió del barco en ningún momento, permaneció en su habitación todo el tiempo.

Con un bolígrafo rojo, trazó una marca en el calendario, viendo cómo los días se acercaban cada vez más a la ciudad de Ávila.

Solo tenía que esperar un poco más y pronto podría encontrarse con esos dos niños.

No pasó mucho tiempo antes de que un miembro de la tripulac