Emily Evans
Han pasado casi tres meses desde que James se fue del país, Biel no había encontrado nada de él en New York, era como si la tierra se lo hubiese tragado. Había ido a buscar a Peter y al resto de su círculo de amigos, pero no me dieron nada, entendí que tenían que ser leales a James… yo solo quería saber si estaba bien.
Faltaba una semana para la boda, estaba anunciado por todos los medios británicos y quien se había encargado de hacerla la boda del año, era el padre de Dominick, Darwin. El hombre sí que tenía influencias, se había conseguido todo lo mejor de lo mejor en el mundo, desde los manteles hasta la cuchara de plata que se iba a servir, presumió que como era el consejero de la corona británica y es su único hijo, lo estaban apoyando.
Mi padre ú