Por la tarde, Daniel espero a que Brit saliera de trabajar, aparcó su auto en el garaje subterráneo justo al lado del coche de ella, la espero al lado del ascensor. En cuanto la vio salir fue a por ella, sujetó fuertemente su brazo sin darle opción a liberarse “¿Qué estás haciendo?”  

-“Necesitamos hablar”.

-“Y piensas obligarme a que te escuche ¡Eres un imbécil, Daniel!”

-“Seré lo que tú quieras pero hablaremos hoy” la subió a su coche saliendo sin demora del edificio. Condujo hasta llegar cerca de un río, sin bajarse del coche por temor a que ella se fuera comenzó a hablar. “Sé que he actuado mal y sin pensar bien las cosas”. 

-“¡tú!, cuesta creerlo”.

-“Para mí no es sencillo disculparme, ya que muy pocas veces lo he