“Señor Connor, acaba de llegar un coche. El conductor se parece a la Señorita Simmons. ¿Podemos servir la cena ahora?”.

Zachary levantó la cabeza y se volteó hacia el patio. Una vez que vio el coche de Charlotte, respondió con calma: “Sí”.

Janet corrió rápidamente al comedor para servirles la cena.

El rostro cincelado de Zachary no mostraba signos de emoción. Solo sus deslumbrantes ojos cristalinos contenían una luz llena de emoción.

Naomi inmediatamente arrojó sus juguetes a un lado y se arrojó a los brazos de Charlotte tan pronto como entró en la sala.

“Mami, acabo de llegar a la casa de papi. Mi hermano mayor me recogió del jardín de infantes hoy. Papi dice que las familias deben estar juntas. Dice que va a enviar a mi hermano mayor a mi jardín de infantes. De esa manera, podemos estar juntos todos los días”.

Las puntas de los dedos de Charlotte temblaron.

Por alguna extraña razón, las palabras “las familias deben estar juntas” tiraron de su corazón.

¡Eso era cierto! No habí