“Tú…”. La cara de Miranda se puso roja.

Ella lo pensó por un momento y se dio cuenta de que era verdad.

Cada vez que se enfrentaba a Charlotte, siempre era ella la que caía.

Aunque Charlotte era conocida como la “socialité más buscada”, era una luchadora feroz, y Miranda sentía que el título de “Gorgona Número 1” le quedaría mejor.

Charlotte dejó escapar una sonrisa y continuó. “Bueno. No vine a pelear contigo. Baja el puño primero. Tengo algo muy importante que decirte”.

Miranda bajó el puño, pero no sin antes darle a Charlotte el dedo del medio.

“¡Tu voz me da ganas de vomitar, así que date prisa!”.

Charlotte se quedó sin palabras. Hizo un puchero y miró a Lorraine, que estaba parada detrás de Miranda en este momento.

“No podía entender qué podrías lograr al denunciarme en tu situación actual, pero después de ver que eres tan protectora de Lorraine hasta el punto de que estás dispuesta a creer todas las tonterías que dice, finalmente tengo una respuesta”.

Miranda estaba conf