“Zachary, no hagas esto”.

Charlotte prácticamente había usado toda su fuerza para alejarse del agarre de Zachary.

Sin embargo, Zachary todavía quería seguir abrazándola.

Ella rápidamente retrocedió un paso y extendió sus brazos para detenerlo.

“No pude decirte la verdad ni ayer ni anteayer, pero no pude soportar verte vivir como un zombi. Por eso estaba coqueteando contigo. Ahora que sabes que estoy viva, estoy segura de que has vuelto a la normalidad, así que no necesitamos ser amantes”.

“¿Qué?”.

Las cejas oscuras y bien formadas de Zachary se fruncieron con irritación.

“He estado pensando en ti en cada momento de cada día durante los últimos cuatro años, pero por el bien de tu seguridad, no puedo obligar a Lory a divorciarse por ahora. Ahora, si vamos a estar juntos, tendremos que ser amantes”.

“Eso no es cierto…”.

Charlotte curvó los labios, sonriendo a pesar de las lágrimas. “Podríamos ser solo amigos por ahora”.

La alta figura del regio Zachary se estremeció.

En este pu