Capítulo 46: Qué horrible.
—Pues empieza, debo volver a casa. No quiero preocupar a Lucas —dijo Ximena, indicando que quería seguir escuchando.
Alejandro asintió y comenzó a salir del sótano, con Ximena siguiéndolo de cerca. Juntos caminaron hacia la cocina.
La casa ya había sido reparada en algunas áreas y estaba semi habitable. Alejandro solía venir de vez en cuando para darle mantenimiento, por lo que había comida en la nevera y agua potable.
Una vez en la cocina, Alejandro se sentó en una silla y comenzó a contar la historia.
—Xiomara y yo nos conocimos en la universidad, como te conté antes. Un día se me ocurrió llevarla a casa para que conociera a mis padres. Paulina la puso a prueba y la convenció de que se vistiera de una forma más sofisticada, aunque no era su estilo. A ella le encantaban los pantalones y odiaba los vestidos. Cuando estaba lista para conocer a mis padres, nos reunimos en la cocina para disfrutar de la comida.
Alejandro continuó, recordando aquellos momentos con nostalgia.
—Xiomara no t