Tercer día de cautiverio lo guardias corren de un lado a otro,reina la confusión.

Nada que regresa Sam para definir mi situación,si mi destino es la pena capital la enfrento,lo prefiero a vivir prisionera y esclavizada por esta horda de salvajes.Aunque dudo que se atrevan a derramar su propia sangre.

Media hora después los guardias entran a mi celda —Habla maldita bruja,¿a dónde huyó Kristine con el Alfa?

¿Tía Kristine se fue con mi hijo?

¡Vamos!, no te hagas la mosca muerta que no te queda.

—De verdad no se de que hablan,no he tenido comunicación con nadie en tres días a menos que lo hiciera por telepatía.

“Muy chistosa la señora,llévala a la plaza de la aldea para que todos vean como se castiga a un traidora.”

Me amarran del cepo y uno de ello me azota con un látigo mientras que otro cuenta —Uno,dos,tres,cuatro—Mi cuerpo se simbra de dolor.

“Habla dime el escondite del pequeño Alfa.”

—Si lo supiera tampoco te lo diría.

“Cinco azotes más para ésta insolente. ”

—Soy una Spencer cuida