Se sentía relajado al pasar tiempo con Zhong Keke. Quizás sería una buena opción continuar las cosas con ella de esta manera.

Si él pudiera enamorarse de Zhong Keke, sería lo mejor para todos.

Al abrir los ojos lentamente, Gu Lichen miró el brazalete plateado en su muñeca.

—Yiran, cumpliré cualquier deseo que tengas.

¡Él también haría todo lo posible por enamorarse de otra persona!

Al día siguiente, los ejecutivos del Grupo Gu se sorprendieron al encontrar a su jefa con un brazalete plateado en la muñeca. Era difícil imaginar a alguien como el príncipe heredero usando plata. Alguien incluso buscó el brazalete en plataformas de lujo, pero nadie lo encontró.

El brazalete de plata se volvió parte del chisme de los empleados.

Cuando Ye Chongwei vino en busca de Gu Lichen, naturalmente también vio el brazalete plateado. Él no era un empleado, por lo que inmediatamente preguntó:

—¿Por qué llevas un brazalete como ese? ¿Lo compraste en los puestos callejeros?

Ye Chongwei te