¡Alguien incluso dijo que era de esperarse que él hiciera algo tan malo!

¡Él no lo hizo!

¡No empujó a Zhuo Yan por las escaleras en absoluto!

Sin embargo, justo cuando abrió la boca, una figura pasó por su mente nuevamente.

¡Era la Pequeña Jin! Si él regresaba con su padre, dejaría a la familia Yi y se iría de la Ciudad de Shen. Nunca volvería a ver a la Pequeña Jin, ¿verdad?

"No me… iré". Finalmente, las tres palabras escaparon suavemente de su boca.

Shen Weifang levantó ligeramente las cejas. Parecía que su hijo era realmente terco. "¿Te quieres quedar por Yi Qianjin?".

Hao Jifei guardó silencio.

"¿Crees que Yi Qianjin pensará bien de ti incluso si continúas quedándote con la familia Yi? Eres solo un compañero de juegos para ella y tú no le importas mucho. Mira, ¿acaso ella eligió confiar en ti sobre este incidente? Como todos los demás, ella está convencida de que empujaste a Zhuo Yan por las escaleras. No te cree sin importar cómo se lo expliques, ¿cierto?”, dijo Shen Weifa