"No, habíamos tratado de encontrar al niño, pero no pudimos encontrarlo después de casi poner patas arriba la Ciudad de Shen. Luego, se nos ocurrió publicar una noticia falsa sobre tu hija. Dijimos que Yiyi estaba en estado crítico después de que nació para atraer al niño", dijo Ling Yiran.

Qin Lianyi parecía bastante arrepentida cuando escuchó eso. "Qué lástima. Quería agradecerle en persona, pero ahora no sé cuándo lo volveré a ver. Tal vez nunca".

"¡No!", dijo Ling Yiran con firmeza.

Qin Lianyi miró a su mejor amiga confundida, mientras que el Señor y la Señora Qin esperaban lo que diría Ling Yiran después.

Ling Yiran se avergonzó de inmediato. Miró a Bai Yiyi, quien estaba en los brazos de la Señora Qin, luego miró a Bai Tingxin, quien todavía dormía en la cama del hospital. Ella sonrió secamente. "Bueno... el niño hizo un trato con Bai Tingxin. Se casará con Yiyi cuando crezca, así que supongo que... podrás volver a verlo".

"Eh...". Qin Lianyi estaba estupefacta. "¿Un trato?