"Yo... aprendí a tocar una nueva canción como regalo de cumpleaños para ti. Espero... espero que te guste", dijo algo nervioso, avergonzado de decirle que no tenía dinero, así que no podía comprar un regalo. Esto era todo lo que podía darle.

Afortunadamente, el rostro de Yi Qianjin no mostró decepción sino una mirada de expectativa.

Hao Jifei se sentó en el taburete del piano, respiró profundo y presionó con fuerza las teclas con los dedos.

Era una pieza difícil, y solo había escuchado grabaciones de ella unas pocas veces. Nadie le enseñó la pieza. Encontró la partitura en línea y la aprendió él mismo.

Había practicado en secreto durante días solo para tocar la canción a la perfección y que a ella le gustara.

'A ella le encantará la canción... ¿No? Siempre le ha gustado la música que es difícil de tocar’.

Él podía tocar cada nota correctamente, pero no podía evocar las emociones correctas.

Por lo tanto, a su música siempre le había faltado algo en comparación con la de ella.

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