En lugar de enfadarse como su madre, Zhuo Qianyun parecía tranquila al respecto. "Mamá, solo porque le doné mi médula ósea no significa que deba donarme su hígado. Solo quería ayudar a salvar una vida humana en aquel entonces. Tiene el derecho a elegir si quiere salvarme, y no hay necesidad de culparlo por la decisión que ha tomado".

"Solo me pregunto... ¿Por qué eres tan desafortunada?". La Señora Zhuo abrazó a Zhuo Qianyun y comenzó a llorar.

Zhuo Qianyun la consoló suavemente. "Mamá, deja de pensar en estas cosas tristes. ¡Es mejor pensar en cosas felices! Ya sea que pases el día feliz o triste, es un día tachado en el calendario. Entonces, ¿por qué no pasamos estos seis meses siendo lo más felices que podamos?".

La Señora Zhuo asintió mientras sollozaba. "Está bien... Pasémoslos… siendo felices... ¡No pensaré en personas tan despiadadas!".

Zhuo Qianyun secó suavemente las lágrimas del rostro de su madre. En lugar de resentir a Dios por ser injusto como lo hizo en algún momento,