Mi cabeza daba vueltas como un torbellino. Muchos recuerdos a la vez inundaba mi mente sin dejarme procesar nada.
—¡Eh, tú! —Mi corazón dejó de funcionar.
Me giré sobre mi eje y pude ver a un chico bastante atractivo, tenía el pelo blanco, sus ojos eran azules, vestía con un pantalón negro y una camisa blanca, estaba ¿descalzo? ¿Qué hacía descalzo?
Negué con la cabeza e intenté tranquilizarme, se fue acercando más a mi, pude ver su mandíbula muy definida y tensa, sus cejas eran pobladas y sus pestañas normales, en sus manos se notaban las venas.
Quise salir corriendo ¿quién era ese chico?
—Soy Draven Hilens.
***
—Te he hecho una pregunta ¿Qué haces aquí? —Las palabras no me salían de la boca —¿Te ha comido la lengua el gato? ¿Eh, muda? —negué sin dejar de mirarlo.
***
—¿Qué fue lo de anoche? —Me miró ceñudo.
—¿Qué fue lo de anoche?
—No te hagas el desentendido —negó con la cabeza.
—¿Qué te pasó ahí?