Dave quiso ir tras ella, pero en cuanto intentó moverse, un instinto de alerta lo detuvo en seco.
Recordó cómo su padre se había lanzado al coche sin pensar en el peligro. La imagen dolorosa de la explosión y la muerte de su padre cruzó su mente, hiriendo su corazón.
Sentía que sus pies estaban pegados al suelo, incapaces de dar un paso.
En ese momento, una figura pasó corriendo junto a él y entró al edificio en llamas.
Dave se sorprendió al darse cuenta de que era Blake quien acababa de lanzarse al fuego.
Tal como lo había hecho su padre años atrás, Blake se metió entre las llamas para salvar a una madre.
Mientras tanto, Dave seguía paralizado por el miedo.
Una pesada carga oprimía su pecho.
El fuego crecía cada vez más, y ese hombre normalmente tranquilo y firme ahora libraba una batalla interna que no podía ganar.
El recuerdo de la explosión lo envolvía en sombras, dejándolo completamente superado.
El tiempo parecía haberse detenido.
A su alrededor había caos: gente corriend