TRES

-Sí, sí, - grita mi hermanito quien esta feliz de que su auto le ganara al que yo conduzco – vez, vez, soy muy bueno conduciendo – le dice a mi padre que se sienta en las gradas que dan al jardín, con cuidado me siento a su lado para ver la felicidad de mi hermanito – otla, otrla – grita y yo asiento con la cabeza, antes de que me ponga de pie mi padre toma el control remoto del auto y anuncia

-Ahora yo compito contigo – le dice - ¿Qué opinas?

-¡Sí, sí, yo ganale! –  grita feliz

El jardín es amplio en el centro hay una pequeña fuente que distribuye agua al arroyo que rodea todo el jardín con varios peces adentro, es una cas muy bonita, hay flores, arboles y mas al fondo una huerta con verduras, es una casa grande para ser de ciudad, esta casa la tienen desde hace muchos años y ha pasado de generación en generación en la familia de mi padre, para la época de vacaciones dejamos por unos meses esta casa y vamos a uno a un pueblo cercano que es de mi madre, es mucho mas grande, que esta, el jardín es más amplio, hay varios establos, dos caballos preciosos que en ocasiones me dejan montar.

Un rectángulo de al menos diecisiete metros de largo por once de ancho en el centro una pequeña fuente que distribuye agua el agua a las pequeñas posas de agua que son cuatro y contiene peces, unos pequeños puentes que conecta un punto a otro sobre el recorrido del agua en todo el jardín. Deben de rodear con el carrito el primer puente y luego regresar a las gradas donde yo me encuentro, el primero en llegar es el ganador, desde donde estoy sigo el recorrido con atención, en el puente los dos luchan por pasar primero el auto de mi padre es el primero que pasa, lo sigue Manuel, escucho aplausos y gritos, Emily y mama se sienta a mi lado echamos porras, el primero en llegar es papá, Manuel comienza a aplaudir y ríe a carcajadas.

-Hoy no gane – se sienta frente a todos con las piernitas cruzadas, lo felicitamos por ser un buen jugador – otla ronda – señala a Emily – ahola contigo – señora Emily asiente con la cabeza, mi papá le entrega el aparato, colocamos los dos autos pequeños frente a la línea de salida, los restantes comenzamos a contar al momento que decimos tres los dos autos salen de su marca, en algún momento los dos autos chocan no se dejan pasar ninguno de los dos hasta que con habilidad Manuel logra retomar el camino, Emily lo sigue y ríe a carcajadas porque no puede conducir el auto, logro encontrar el truco al control y alcanza a Manuel, esta vez hacen un recorrido mayor, mi madre me atrae a un abrazo me recuesto en ella y todos disfrutamos la carrera alentando a ambos en turnos, el jardín esta iluminad y la vista del cielo es precioso una luna llena hermosa nos acompaña.

Mi familia es el mejor regalo que tengo, mi padre lleva en brazos a Manuel a su dormitorio en lo que cada una se dirige al suyo, mi padre se ha dado la tarea de cuidarnos a cada uno y nunca nos a faltado su amor y los bienes materiales.

En mi dormitorio sobre la pequeña mesa que tiene mi dormitorio una caja nueva, me acerco a ella, no la había notada, en el momento que me acerco a ella la puerta de mi dormitorio es golpeada, doy acceso con una simple palabra, veo entrar a Eugenia con una charola con una taza de algo caliente, un vaso con aguas fría y mis medicamentos, al momento que la veo siento decepción al verla.

-podemos fingir que ya me las tomé – exclamo y Eugenia me responde

-lo lamento señorita, su madre me pido que se las trajera porque es importante que se recupere pronto – con mala gana tomo el medicamento con un sorbo de agua fría, me indica que esperemos unos minutos para tomar el te que es medicina, preparada para que me recupere rápidamente, mi madre utiliza mucha medicina natural.

-Está muy caliente – ven en un momento por la taza

-Como diga señorita – giro y veo otra vez la caja

-Eugenia, antes de que te vaya ¿sabes? ¿Quién trajo esta caja? – la señalo  

-Llego cuando estaban cenando señorita – asiento con la cabeza – sabe que su padre no acepta que los interrumpa en momentos de comida, un mensajero dijo que era para la señorita Raquel, no trae remitente – no me parece abrir la caja, siento que algo no me va a agradar de ella, me tomo él te, lo coloco sobre la charola

-Gracias por la medicina – asiente con la cabeza – le pides a mi hermana que me acompañe

-Si señorita – se retira, veo la caja es de color rojo, me siento frente a ella, la veo con mucha atención esperando a que diga algo, la veo de un lado a otro y giro la cabeza a la derecha y la izquierda, después de ver la por unos minutos decido que es momento de enfrentarme a lo que hay dentro que es mejor que lo haga pronto porque no tengo la intención de angustiarme mas tiempo, extiendo mis manos, las coloco a cada lado halo hacia arriba la tapadera, cierro los ojos porque tengo miedo de lo que pueda haber adentro, los abro con cuidad y mi hermana habla tras de mí.

-¿Qué sucede? ¿Por qué me llamaste? – giro y la veo

-¿Quieres ver el contenido de la caja? – pongo mi mejor cara de corderito, me ve con seriedad, se cruza de brazos y se que me va a llamar la atención – no se quien la envió y mucho menos que tiene adentro, me da desconfianza

-Veamos, ¿de qué se trata! – coloco la tapadera de la caja al lado, es un ramo de rosas color rojas y una nota sobre ellas - ¿Quién te envía rosas Raquel? – niego con la cabeza sorprendida por lo que ven mis ojos, no puedo pronunciar ni una palabra porque no comprendo de donde ha salido esto, Emily se acerca y toma la tarjeta que esta sobre ellas – “espero que sean de tu agrado” – lee y me ve mal, niego con la cabeza para que sepa que no entiendo el contenido de las palabras la gira y veo una sonrisa en sus labios – son de Nicolas – me la extiende y lo veo con desdén – deja de ser mal agradecida – son rosas muy bonitas

-¡Que yo no pedí! – respondo con groserías – y no quiero nada de el - ¿Qué es eso? – lo señalo y es un sobre color rojo, lo tomo con la mano derecha y lo abro – es una invitación – mi gesto no es de agrado – es para el matrimonio de su hermano mayo – niego con la cabeza – no voy a ir

-Te han invitado debes ir, aparte tienes un matrimonio hablado con el por lo que sería una descortesía que afectaría a la familia – me hace ver las cosas

-Bien voy a ir, es en una semana – asiente con la cabeza y en ese momento entran mis padres al parecer escucharon voces y viene a ver de que se trata, ven las rosas y mi padre me ve con preocupación – son de Nicolas – le explico y el entonces se tranquiliza, le extiendo la invitación – fui invitada a la boda de su hermano

-Me alegra mucho, debes de asistir – sonrió y asiento con la cabeza, iré claro, tengo una idea para que este hombre salga de mi vida porque no quiero casarme con él, cualquiera menos Nicolas.

-Te voy a acompañar a comprar un vestido – niego con la cabeza - ¿Por qué? – cuestiona mi madre

-Tengo uno nuevo que no he usado, no es necesario – hablo rápidamente, mi madre me ve extrañada, soy feliz comprando ropa y entre mas mejor, mucho mejor, accede y se retiran, manda a llamar a Eugenia para que coloque las flores en un jarrón, lo evito porque no quiero ver esas flores en mi dormitorio y se las voy a regresar a Nicolás mañana por la mañana porque me esta comprometiendo para que acceda a ir, pues lo consiguió, pero no va a conseguir comprometerme para que todos sepan que esta interesado en mi persona.

Antes de que me pudieran detener en mi casa salgo temprano para ira a su oficina, mi familia desayuna en familia pero hoy salí apresuradamente, llego a su oficina y me informa que aun no llega, decido esperar, tome un taxi para que mis padres no notaran mi ausencia en casa, llevo la caja en mis manos lo veo llegar, al parecer es responsable, su familia tiene dos galerías de arte, el es el encargado de comprar y descubrir nuevos artistas, su sonrisa es evidente cuando me ve, yo trato de no demostrar mi malestar porque no lo quiero ver, puede que sea guapo, pero no me agrada tiene algo que no me termina de simpatizar.

Emily me dice que lo veo con malos ojos porque me quieren casar con él, yo digo que es porque su personalidad no es de mi agrado, me sonríe, se acerca a mí y entonces lo escucho saludar a la mujer que me ve con enfado.

-¡Qué agradable sorpresa! – niego con la cabeza

-No te va a gustar – le aclaro

-Hablemos en mi ofician- me ayuda a ponerme de pie camino con cuidado, él toma la caja y me guía a su oficina, entramos espero a que cierre la puerta y se acomode para poder decirle lo que tengo que aclarar con el

-No me gusta que me envíes cosas a mi casa sin avisarme – parece sorprendido, señalo la caja – esos regalos me comprometen ante mi familia por lo que te voy a pedir que no lo vuelvas hacer

-Pero tenemos un matrimonio hablado entre nosotros no veo… - lo interrumpo

-Mira eso aun no ha sido decidido, mis padres o los tuyos pueden cambiar de opinión por lo que te voy a pedir que hasta que ellos no lo aseguren no hagas nada que me comprometa porque no es seguro

-Raquel mi intención no era ofenderte, era todo lo contrario – levanto mi mano y lo detengo

-No interesa, solo no lo vuelvas repetir tú acción, no te preocupes por mí el día de la boda de tu hermano, voy a asistir, yo llegare a tu casa, llegare sin falta – hago un gesto y comienzo a dirigirme hacia la puerta

-Que te lleve el chofer – dice y se pone de pie rápido para indicarle

-No es necesario, en un momento viene por mí, el conductor de la casa– accede me acompaña a la puerta y veo a Javier llegar, sabia que era importante que fuera de esta manera, por lo que deje todo arreglado, me ayuda a subir al auto, me llevan a casa porque debo de arreglarme para el evento, Ignacio llegara por nosotros a la diez de la mañana tengo tiempo, después de un par de llamadas de atención por no avisar que saldría.

Justo como esperaba paso, mis padres me llamaron la atención por mi escapada les dije que fui a la universidad por unos cuadernos que necesito, gracias que de regreso no encontramos con Elois para que todo fuera creíble, ellos un poco mas tranquilo no volvieron a tocar el tema, en ese instante comenzaron a prepararme, con el cabello y el maquillaje, me vestí con la ropa que mi maestra me regalo, el vestido de Emily era corto de color melón muy bonito, el dije que llevaba en el cuello era un pincel con la punta de color blanco el mango eran diamantes, la gota de pintura que caía de el era una perla, se veía bella.

Al momento que terminaron de colócame las horquillas en mi cabello llego Eugenia avisando que Ignacio nos esperaba en la sala, llegamos al lugar, saluda a mis padres les promete que nos traerá a las dos sanas y salvas el evento dura toda la mañana hasta un poco después del almuerzo, caminamos hacia al auto, ayuda a subir a Emily en la parte del copiloto en lo que yo subo en el asiento de atrás, ahora que nos encontramos todos dentro del auto, nos dirigimos a la universidad donde será el evento.

Entramos al lugar, muestra la invitación y nos dejan entrar, ellos van hablando sobre los artistas que también presentaran sus obras, la conversación se me hace aburrida por lo que les aviso que hare el recorrido por mi cuenta, como no puedo caminar apresuradamente debido a la lesión de mi tobillo me permite disfrutar mucho más la exposición, observo con atención cada pieza, los detalles el trabajo, el labrado, los colores y la forma en la que cada pieza fue elaborada.

Son al menos veinte piezas expuestas, nos podemos acercar a ellas lo suficiente para ver sus detalles algunas tiene una lupa para poder ver con minuciosidad, en la pantalla se muestran otras piezas que no están expuestas, cada una de ellas tiene su encanto, son llamativas, los costos están en una mesa donde puedes informarte de cada una de ellas, en esa mesa las puedes adquirir, mi familia no es tan rica como para pagar una joya de esas. Al menos llevo tres de esas piezas observadas, avanzo a la cuarta en la línea que me encuentro, están divididas en cinco líneas de cuatro cada una, estoy terminando de recorre la primera, las personas ven cada obra con admiración, escucho sus comentarios, elogios y alabanzas sobre todo el trabajo, la mención de algunos elogios dirigidos para el dueño de las joyerías, una sonrisa se forma en mis labios al escuchar que lo menciona, muchos no lo conocen sin embargo yo lo he visto de cerca.

La siguiente a ver se trata de un prendedor es un árbol de cerezas, no es muy grande pero cada detalle que tiene es exacto a uno real, el que lo hizo se enfoco en todo detalle haciéndolo único e incomparable, me quedo observándolo con mucha atención hasta que escucho a alguien tras de mí.

-¿Le gusta? – me giro para ver a la persona que pregunta, es un caballero alto de al menos un metro ochenta de alto, yo no soy baja mi metro sesenta y seis se ven opacados ante su altura, tiene los ojos color cafés, son hermosos sus rasgos son finos, su cabello negro y su sonrisa me recuerdan a alguien sin embargo desecho esa idea – es una hermosa pieza

-Sí, es muy hermosa – respondo y afirmo su comentario

-Sin embargo, las piezas que usted tiene en la cabeza no tienen nada que envidiar a la que esta dentro de la caja

-Gracias, si también son piezas exquisitas que fueron elaboradas con las mas altas exigencias de elaboración y diseño de joyas – aseguro al tiempo que me pongo sobre mi pie sostenida por las muletas, sus ojos se clavan en los míos, su vista es intimidante, trato de no prestar atención - ¿usted parece un conocedor de joyas?

-Algunos, no tan amplios como los que usted expresa – parece un alago sin embargo no lo tomo tan directo

-No me puedo quejar sobre ello, pero no poseo tantos como desearía – me hace una señal para caminar

-¿puedo acompañarla? – asiento con la cabeza como respuesta y conversamos sobre las impresiones que cada quien tiene de las joyas que están en exposición, también sobre el evento, muy pronto se acaba la conversación por lo que le pido que me disculpe porque debo ir a buscar a mis acompañantes, me pierdo nuevamente entre la multitud, observo con atención todo, disfruto el encontrar me en el lugar, las pinturas deben ser la mayor felicidad de mi hermana al ver varias y muy impresionantes en un solo lugar, cuando ella estudio arte, pasaba horas y horas pintando en un taller que le hizo mi padre en casa, es un cuarto donde tiene todos sus materiales necesarios.

El maestro de ceremonias anuncia el inicio de la actividad, todos los presentes caminamos a donde se encuentra dispuesto el lugar donde varias imágenes son proyectas, tanto de las joyas expuestas como las que no, todos los vemos maravillados con atención, por cada una de las piezas expuestas explican la inspiración de cada una de ellas, y lo que esta colección representa para las joyerías Zafiro, es la joyería mas grande de la cuidad también es la que mas piezas ha exportado, tiene dos diseños que han sido elegido por dos princesas en otro país.

Entre tanta gente no logro encontrar a mi hermana, por lo que me pongo un tanto nerviosa, camino entre las personas y me vuelvo a topar con la persona del árbol de cerezo, me sonríe, decido que es momento que me retire, pero el caballero me detiene, como hay muchas personas decido que no puedo ser grosera, me quedo a su lado parece interesado en lo que ocurre, como me distraje en algún momento la presentación de todas la colección a acabado, busco entender lo que sucede a mi rededor, de entre la multitud caminamos hacia el centro a primera fila donde puedo ver todo con claridad, en el centro de ese lugar se ha descubierto la pieza principal es un juego de aretes, anillo, una medalla, tiene dos horquillas, todos tenemos los ojos fijos en la caja de cristal que protege el juego de joyas.

Veo al mismo caballero que salve en dos ocasiones anteriores a la par de la caja, mi hermana se encuentra con Ignacio al otro lado del grupo al frente, se ven conversando muy a gusto, me gusta ver sonreír a mi hermana.

-Señorita hemos hablado tanto tiempo y no me he presentado – se posiciona frente a mi – Emiliano Zamora – sonríe

-Mucho gusto, Raquel Alameda- estrechamos las manos, su nombre me suena familiar no entiendo en que momento lo he escuchado, busco en mi memoria donde lo he escuchado para poder ubicarlo, el parece conocerme muy bien, permanecemos en silencio después de ello dado que la presentación continua.

Los camareros pasan entre todos los invitados repartiendo copas de champagne para el brindis, estoy tomando medicamentos y aun cuando no contiene mucho alcohol, no puedo tomar algo, tomo la copa por cortesía, el ceo de la Zafiro toma el micrófono para brindar su discurso.

-Gracias a todos por su asistencia, joyerías zafiro tenemos el gusto de lanzar la colección esperanza que esperamos que sea de su agrado e invitamos a todos los asistentes que participen en la subasta de estas joyas a beneficio del hospital de cáncer.

-No tenia idea que ellos ayudaban al hospital de cáncer de la ciudad – hablo a nadie en particular

-Es uno de los mayores benefactores – me responde Emiliano

-Es una buena persona – expreso, veo algo surcar en su rostro por unos segundos, no comprendo su expresión, lo veo con detenimiento, pero luego aparece una sonrisa en sus labios es como si me lo hubiera imaginado

La subasta se realizara en la comida, por lo que invitan a todos los participantes a dirigirse a las mesas, en mi trayecto a ellas me acompaña el caballero, el parece que es uno de los que va a pujar por la joya, tiene un número es el veinte cuatro, asumo que Ignacio también participara dado que fue el que nos invitó, busco entre la multitud a mi hermana pero no veo a nadie, en ese momento surge la necesidad de ir al baño, me escuso de Emiliano para dirigirme a los servicios, la fila es algo larga por lo que tengo que esperar para ingresar, después de al menos quince minutos ingreso al momento que salgo del servicio, mi celular suena, me detengo porque por la muletas no puedo moverme y contestar el celular.

-Raquel ¿Dónde estás? – pregunta inmediatamente mi hermana

-Estoy por los baños, los he buscado sin éxito

-Estamos en la mesa diez – me responde

-Bien, llego en un momento – con eso terminamos la llamada, guardo el móvil en la bosa que llevo, me dirijo al área de las mesas con lentitud, porque me esta doliendo el tobillo, cada paso que doy el dolor se aumenta, despacio me muevo a una pequeña barandilla en la que me recuesto e intento descansar un poco mi pie.

El lugar donde me encuentro no es un lugar suficientemente amplio busco con la vista otro lugar donde sentarme, veo una banca a unos cuantos pasos con esfuerzo comienzo a caminar hasta el lugar me apoyo lo mas que puedo en las muletas y en mi pie sano, contengo mis quejidos, cuando me siento respiro un par de veces para que el dolor se aleje, busco en mi bolsa la crema para ayudar a aliviar el dolor, respiro profundo al momento de colocar mis dedos sobre la parte afectada, aplico con cuidad el medicamento provocando un poco de dolor.

Con el mayor cuidado lo hago, me lleva al menos cinco minutos, espero otro momento para darle tiempo a mi pie y al dolor, por lo que me quedo en silencio sentada en la banca, me pongo de pie porque Emily debe de estar preocupada al no llegar a la mesa, me pongo de pie porque no soporto el dolor por lo que me contraigo el pie, no estoy bien colocada sobre las muletas por lo que me resbalo, espero el golpe que no llega, siento una mano en mi cintura, giro para encontrar a la persona que me a ayudado y me topo con el rostro conocido del ceo de la empresa zafiro, mi corazón se acelera por la cercanía.

-Gracias – pronuncio, con cuidado me separo de él

-Hoy fue mi turno de salvarla señorita – habla al momento que me siento y coloco al lado las muletas

-Se lo agradezco – el silencio entre los dos es largo por lo que decido hablar con algo muy simple – señor Oliver lo lamento por el inconveniente – acepta mi mana

-Mucho gusto señorita Raquel – contengo mi admiración, no parece incomodo como lo estoy yo por su cercanía parece que nada hubiera sucedido, me paso la mano sobre la cabeza y siento que no tengo me falta una horquilla por lo que me sobresalto, me pongo rápidamente sobre mi pie con ayuda de las muletas de un lado – le sucede algo

-Sí, ¡he perdido mi horquilla! – me ve con extrañeza y señalo mi cabello – eran dos ahora solo hay una, necesito encontrarla hablo apresuradamente

-¿Cómo es la otra? – cuestiona con tranquilidad

-Son iguales, es una pareja – respondo a su pregunta sin verlo, porque quiero encontrarla

-¡Calma la vamos a encontrar! – me anima y yo estoy desesperada para encontrarla, comienzo a caminar por el lugar en busca de ella con la vista fija en el suelo porque necesito encontrarla, es un regalo importante, en todo este tiempo desde que soy la aprendiz de mi maestra he recibido tres obsequios el reloj, las horquillas y el vestido, son muy importantes para mí, aun cuando mi familia tiene una posición acomodada no somos lo suficientemente adinerados como para comprar joyas tan caras como las que tengo en posesión hoy.

Veo de un lado a otro en busca de ellas, Oliver también me ayuda, se acerca a mi – señorita tranquila, la vamos a encontrar – me observa y luego dice – es una horquilla muy valiosa

-No es por lo que llegue a valer en el mercado, es por la persona que me la obsequio, es importante para mí, por ello la quiero de regreso

-La vamos a encontrar – asegura – giro para buscar en otra dirección – no se mueva me habla y me quedo en el lugar donde me encuentro, siento como se acerca me quedo quieta por su presencia, siento sus manos sobre mi cabello y me tenso, no es correcto que dos personas estén tan cerca – esta en su cabello, no se mueva la voy a retirar – asiento con la cabeza y espero a que logre removerlo – listo – siento como la coloca en su lugar

-Gracias – me observa con atención – me retiro debo ir con las personas con las que viene a evento – no responde solo hace un gesto para que me retire – felicidades por la exposición tiene piezas muy bonitas – le expreso al momento que giro para verlo antes de irme – espero que le vaya muy bien con la subasta

-Las joyas que usted posee también son exquisitas – señala el reloj y las horquillas – son material de primera debo decir, es un trabajo profesional por lo que debo estar preocupado de la competencia donde lo ha adquirido – una sonrisa de orgullo se posa en mis labios y las palabras de mi maestra me resuenan en la cabeza

-Se lo diré a la persona – respondo a su alago – con permiso – me despido y comienzo a caminar que no llego muy lejos porque me encuentro a una persona que ha llegado a visitar a mi maestra en repetidas ocasiones es un proveedor de materia

-Señorita Raquel – saluda con familiaridad – no sabía que había sido invitada a este evento – antes de que pueda responder continúa con sus palabras - ¿Dónde esta Aurora?

-Mucho gusto en verlo señor Jack, mi maestra no vino a este evento yo vengo en compañía de mi hermana y un amigo, soy invitada del Joven Ignacio – el hombre ya viejo candado sonríe y veo una sonrisa en sus labios como si entendiera algo que yo no, su alegría sobre saber que vengo sola parece hacer lo feliz

-Llegaremos a visitar a tu maestra pronto por lo que espero que puedas estar presente – me parece extraño

-Eso dependerá de mi maestra, no se preocupe le comunicare a ella sus intenciones – aclaro – lo demás no depende de mi

-Me la saludas – asiento con la cabeza – que disfrutes el evento – agradezco y comienzo a caminar hacia las mesas, llego en el momento que las personas hacen la puja como lo que esta en mi platillo en silencio, Emily quiere sabe el motivo de mi tardanza, le hago una seña de que se lo contare todo cuando nos encontremos en casa.

El inicio de la subasta es de medio millón de dólares, al escuchar la cantidad dudo en algún momento tener la oportunidad siquiera de comprar alguna joya de esta colección, veo una paleta ser alzada y ofrecer setecientos mil, otra mesa ofrece el millo, trato de no demostrar mi admiración ante tales cantidades, con Emily compartimos algunas expresiones y al momento que pienso que Ignacio no va a pujar alza la paleta y ofrece dos millones, siento como el calor de mis mejillas comienzan a subir por lo que trato de respirar para calmar mi sorpresa, mi hermana es la mas sorprendida y luego la ve y dice – esas joyas te las quiero regalar – en ese instante mi pobre hermana se queda blanca como el papel, pero gracias al cielo otra persona alza la voz ofreciendo dos millones y medio, Ignacio ofrece tres millos, el  mismo caballero ofrece cuatro, nos quedamos en silencio, Ignacio alza la voz para ofrecer cuatro y medio millones, nosotras jadeamos con sus palabras en ese momento el hombre de la mesa de atrás alza la voz y dice siete millones, ambas vemos la expresión de Ignacio el cual esta pálido el moderador comienza a contar y en ese instante escucho la voz de una mujer en algún lugar y ofrece diez millones, el moderador parece sorprendido, en ese momento yo quisiera ver a esa mujer, pero  contengo mi curiosidad.

Nuevamente el moderador cuenta y el hombre habla para retirar su oferta, Ignacio quedo muy por debajo de la subasta, el juego fue subastado por diez millones de dólares, es una pieza maravillosa por lo que vale la pena ese precio.

Todos en el lugar aplaudimos por la adquisición de la mujer quien se llevo la joya, el rostro de nuestro acompañante es un poema, por lo tanto trato de quitar hierro al asunto, como todo a terminado todos comenzamos a retirarnos de lugar, veo con atención como llevan la joya fuera de la vista de todos custodiado por cinco hombres que se abren paso entre la gente, hay un sexto hombre que no parece de seguridad sin embargo el los sigue de cerca pero en su ropa veo un punto rojo, lo veo con detenimiento, nuestra mesa se encuentra cerca de donde ellos van a pasar, luego de penar de donde vendrá esa luz, una mala idea cruza mi cabeza

Escucho un disparo y luego veo a donde están las personas de la caja de cristal, quienes han detenido su recorrido y ahora están apuntando a varios lugares, yo me agacho por órdenes de Emily y otras personas salen corriendo del lugar la luz roja sigue sobre el hombre y noto que se trata de Oliver estoy lejos por lo que no puedo acercarme y Emily no me lo concedería.

-Oliver cuidado – grito, el se gira para buscar mi voz, en ese momento se escucha nuevamente un disparo y vemos como el cristal que cubría la joya explota, los otros hombres se acercan a cubrir a Oliver quien después de unos momentos me ve y asiente con la cabeza, ordena algo y veo llegar a muchos hombres vestidos de negro, en ese momento dos de ellos se nos acercan, nos ayudan a salir de lugar, en el momento que estamos afuera, nos piden que nos retiremos, pero parece que no será posible porque la policía llega y pide que todos los invitados se queden porque debemos de rendir testimonio.

Al momento queme toca dar mi declaración dudo en mencionar que vi que el blanco era el ceo de la joyería, no digo mayor cosa por lo que omito esa parte esperando a que me dejen ir, subimos al auto de Ignacio y nos retiramos de lugar, mi madre nos espera en la puerta angustiada por las noticias que ya están circulando en la televisión y en las redes sociales, Ignacio se despide de nosotras, mi padre llama a casa para saber como estamos y luego de ello nos dan a tomar un té para el susto.

El te me da mucho sueño que me quedo dormida en el sifa, siento que alguien me mueve, abro los ojos perezosamente y me encuentro a Manuel viéndome con mucha atención, le sonrió, lo subo a mis piernas y el me abraza expresando su cariño, no veo a Emily, pregunto por ella y me dicen que esta hablando con mi madre en el jardín, son la cinco de la tarde, las veo en la mesita que esta al fondo me acerco a ellas con cuidad, me notan al momento que Manuel llega corriendo a ellas pidiendo un pedazo de pastel.

-¿Cómo te encuentras? – pregunta mi madre, en su rostro hay preocupación – tu hermana me conto que fuiste tu quien evito que la bala le hiciera daño al dueño de la joyería

-Yo no hice tal cosa – me defiendo y me siento a la par de ella – solo fue instinto, no sabia que era una bala dirigida hacia él, solo algo no me parecía lógico – le quito importancia

-Lo que cuenta es que gracias a ello él está vivo – muerdo un pedazo de pastel y le respondo con la boca llena

-No hice tal cosa – mis palabras a dura penas se pueden entender, mi madre se molesta con mi actitud infantil,  

-¡Niña malcriada!, deja de comportarte de esa manera – rio ante sus palabras, en ese instante todos reímos y luego Manuelito comienza hacer gárgaras con su té, mamá lo regaña y yo río a carcajadas, lo comienzo a imitar, Emily me da un pequeño golpe en la mano para que deje de hacer escándalo.

-Deja de mal educar a Manuel que todas las travesuras que hace, tú se las enseñas – me recrimina mi madre y yo pongo cara de inocente – deja de comprarle juguetes que ya tiene muchos

-No esho no chielto – habla Manuel y yo estoy a punto de reír cuando el golpe de Emily llega a mi pierna y grito de dolor, no fue fuerte, solo que mi pierna me duele desde la tarde, ella se sobresalta y me ve, niego con la cabeza para que no se preocupe porque no me salen las palabras de mi boca debido al dolor, ella no me cree por lo que me gira en la silla, se agacha y ve mi tobillo

-¿Por qué no dijiste que tu pierna esta hinchada? – dibujo una falsa sonrisa en mi rostro que es mas de pena y vergüenza a mi hermana que otra cosa por lo que ella me ve a modo regaño y yo trato de callarme porque si hablo voy a perder – debemos ir al hospital – le dice a mamá quien se acerca a donde estamos y pone cara de angustia

-Eugenia – habla mi madre y luego me ve – apresúrate ve a tu dormitorio y te quedas allí hasta que yo llegue – con resignación hago lo que me indica

-Señora – responde Eugenia

-Prepara todo para la herida de Raquel y lo llevas a su habitación yo voy a llamar al doctor para que venga a verla y a mi habitación por el medicamento que quiero que me ayudes a aplicarlo – como guste señora

Emily y Manuelito me acompañan a mi dormitorio, me sienta en el sofá y es mi hermanito quien me lleva un vaso con agua, lo bebo despacio, Emily pone mi pie en alto y yo grito de dolor, no opina nada, parece concentrada en preparar todo para cuando venga mamá con el medico porque me ha hecho cambiarme a la pija, porque después de ello no me va a dejar moverme, en al menos una semana, la veo con desesperación - ¿Cómo conoces al dueño de las joyería zafiro? – pregunta y me ve directo a los ojos

-No lo conozco – le aseguro

-¿Por qué entonces conoces su nombre y le advertiste? – suspiro

-No es lo que piensas, lo conocí por accidente, una motocicleta lo iba arroyar hace unos días, digamos que lo salvé, luego en el centro comercial perdí de vista unos instantes a Manuelito, que estaba hablando con él, y hoy en el evento él me ayudo a que no me callera de dolor

-Comprendo – se sienta a mi par

-Es mejor que te alejes de él, somos muy diferentes Raquel

-Lo tengo claro – ella me ve – te lo aseguro, no es lo que crees, no tengo intenciones de enamorarme de un hombre como él

-Eso me alivia – su rostro se ve mas tranquilo ahora que ha escuchado eso de mi boca

Después de esa conversación mi madre entra y con todo lo necesario y con un doctor que me examina al parecer solo es dolor por el cansancio de caminar mucho tiempo solo debo de caminar espacios cortos y poco prolongados, recetan otro medicamento para desinflamar el golpe mi madre me aplica lienzos con algunas de algunas plantas para que se desinflame, me duele cada vez que lo aplica y me quejo por cada queja soy recriminada por no tener cuidado de mi persona.

Después de un rato todos se van a cenar, yo quiero ir, pero me detiene, Eugenia traerá mi cena al dormitorio, para entretenerme enciendo el computador para ver que sucede en redes sociales, no encuentro nada divertido por lo que busco algo que ver, me desplazo por el catálogo sin éxito alguno, ninguna me llama la atención, entran con una bandeja en la mano, la colocan cerca, hasta ese momento me doy cuenta de lo mucho que tengo hambre porque no pude almorzar.

-Señorita – me llama lucí, quien siempre me a acompañado, mi madre la contrato desde que tengo once es solo un año mayor que yo, mis padres le han dado estudio, me acompañaba en la escuela, pero para sus estudios superiores ella fue a otra universidad, por lo que solo me atiende en casa ahora – alguien pregunto por usted cuando la atendía el doctor – le hago una señal para que continúe – nunca antes lo he visto aquí en casa – no entiendo sus palabras

-Lucí por el amor a dios le das muchas vueltas al asunto y deja de tratarme como una desconocida – la señalo – hazme compañía que no gusta comer sola

-Señorita es que estoy preocupada por usted –

-Habla, ¿Por qué? – ella me ve

-No se quiere casar con el joven Nicolas y ahora recibe una visita de un desconocido, si su padre se entera la va a castigar, recuerde que la ha amenazado con enviara a cada de su madre y ponerle tutores allá – suspiro

Intento decir algo, pero no me sale nada de la boca porque Lucí tiene razón – eso no es justo me va a castigar por algo que ni siquiera yo hice – niego con la cabeza – mejor dime a que vino ese caballero

-Dijo que quería hablar con usted, al no poder me pido que le entregar este número de celular – me extiende un papelito, lo abro esta como dijo Lucí y su nombre, “¡es Oliver!” - ¿sabe quién es?

-Sí, lo sé y tienes razón, mi padre se pondrá morado del enojo si se entera que justamente el vino a buscarme, la próxima vez que venga a buscarme, le dices que me enviaron a estudiar lejos o lo que se te ocurra

-Señorita, pero… no soy yo siempre la que atiende a la puerta

-¡pues no sé! ¿cómo le vamos hacer, pero nadie de aquí debe saber que alguna vez el vino a casa o definitivamente se enfadara mi padre y cumplirá su amenaza que mira que sé que estoy a esto – le hago una señal con mis dedos – de que se lleve a cabo

-Bien ahora coma que en un momento vendré a recoger sus cosas, que tengo que ayudar en la concina por el invitado que trajo su padre

-¿Qué invitado? – cuestión y Lucí solo sonríe

-Su padre dijo que es un socio con el que está trabajando, parece que es una cena de agradecimiento su papá llamo a Eugenia para que prepara todo, su madre se esmeró en la decoración del lugar

-¿Por qué yo no sabía nada? – aunque es una pregunta, en realidad es una queja, sé que es con la persona equivocada solo que no puedo evitarlo

-Nadie lo sabía solo su madre y Eugenia, al parecer – argumenta y algo parece sospechoso, siempre nos comunican a todos en la casa cuando nos visita alguien, mi padre no es de los que les agrade las visitas inesperadas, siempre lo planifica, algo no me cuadra  

-Que tristeza me estoy perdiendo algo interesante por mi pierna – le hago una seña para que se retire – y me cuentas lo que puedas

-Hare lo posible señorita – se retira, veo extrañada el papel que esta en mi mano, no tengo la intención de acercarme nuevamente a Oliver, cada vez que nos encontramos o uno está en peligro o el otro, es mejor que nos mantengamos uno lejos del otro, yo no quiero dejar la ciudad, mi padre se enfadara, después de todo es mejor que solo se enfade por una cosa, que es cancelar el matrimonio de palabra que tengo con Nicolas, aun no tengo claro que es lo que voy hacer para que sus padres retire su oferta.

¿Qué es lo que no le gustaría a un padre para su hijo en una mujer? Trato de buscar una idea en mi cabeza, pero no consigo nada, debo de encontrar algo para eso, es el segundo hijo, por lo que no tiene mucha presión sobre él, solo son dos y su madre lo consciente mucho, fue su padre quien trajo la oferta de matrimonio su madre nunca se presentó.

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