La mayoría de nuestros obstáculos desaparecerían si en lugar de temerles, decidiéramos caminar valientemente a través de ellos.
(Orison Swett Marden)
Aunque la decepción es quizás un poco más que la primera vez, ya que tenía la percepción de que Brendan no era como Angela, esta vez es diferente.
No me guardo nada, me permito llorar mientras las manos de mamá y Arturo me sostienen.
Como dijo mi jefecito Valentino, ahora entiendo que no estoy sola, y no dejo que la vergüenza me venza.
Entramos a mi habitación y sigo sentada en el borde de mi cama, mi novio se niega por completo a irse y eso me llena de alivio.
—Entiendo que te sientas así, sé que te gustó su forma de ser contigo, cosa que me llena de amargura, rabia y muchos celos, aunque solo fuese una mentira, podrías despotricar vituperios contra él si lo deseas, aunque confieso que si fuese mujer también me hubiese gustado ese imbécil—bromea para calmar un poco el ambiente.
—No mientas, él no es tu tipo—le sigo para sentirme mejor—a