Capítulo 18. Cuarto menguante.
–Bueno Mariana, déjame decirte que me parece un lugar espectacular, a pesar de la multitud, el ambiente se mira agradable y la comida está exquisita. Te he notado algo tensa desde que venimos, ¿Te pasa algo o simplemente mi compañía no te causa confianza? –preguntó–.
Me sentí apenada por el tema y sonreí sin responder a nada sobre lo que había dicho. Realmente ni siquiera sabía porque no disfrutaba del lugar, ni de la comida.
–Discúlpame, creo que he tenido demasiado trabajo y bueno, eso me distrae un poco. Las citas vienen a mi mente y mi subconsciente me comienza a cuestionar si le anuncié al respecto a Erick–.
–¿Siempre ha sido así? –
–Eh–.
–Erick. ¿Siempre ha sido tan controlador? –.
–Bueno, no siempre es así, por ahora imagino que es por el problema de los contratos, debe ser muy cuidadoso con eso–dije, intentando defender a un hombre que no hacía más que insultarme cuando podía–.
–Creo que se tienen mucha estima–.
–Es solamente porque trabajamos juntos–dije–.
–Ya lo creo,