P.O.V. DE ADRIANSí, podrían etiquetarme como una persona orientada al trabajo, maniático del orden y el más responsable de los nietos Milani, pero no conocen la parte más reservada de mí.La parte que sale a divertirse todos los domingos por la noche; quizá no fiestas desenfrenadas, pero siempre me aseguro de satisfacer mis placeres sexuales.Pues ahora me he jodido a mí mismo. La tercera aventura de una noche en la que me involucré fue con la mujer más hermosa que he visto en mi vida, pero es triste que fuera equivalente a una cualquiera.Se vestía como tal y se me ofreció de la misma manera. Han pasado cinco malditos años desde que dejé el mundo de las citas, precisamente por mujeres como ella.La compasión era lo último que sentía por las mujeres; por eso siempre follaba de forma cruda y salvaje. El sexo lento, para mí, es una conexión.Ver ahora a esa misma persona en mi oficina, solo un día después de nuestra noche salvaje, me hizo sonreír con diversión. Una cualquiera por la no
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