Territorio de la manada Golden Crescent.Alfa Alan.Me encuentro saliendo de la oficina de la empresa en horas de la tarde cuando recibo una llamada de mi hermano. Este me dice que llegó a casa de la manada con la hija de Rebecca Bein, así que le agradezco por su apoyo.Saúl me abre la puerta del lado dentro de la SUV así que entro, él conduce y como siempre nuestros refuerzos nos cubren.—Entonces Esther y Lavinia están haciendo un buen trabajo —expone Saúl, a lo que asiento, entre atemorizado y orgulloso—. Alan, voy a hacerte una pregunta… ¿Crees que esto haga que Lavinia cambie de opinión sobre su liderazgo? Digo, la semana que viene empiezan las inscripciones para los entrenamientos, ¿ella estará en el grupo Alfa? ¿O tomará otra opción? Quisiera saberlo para que mi hijo tenga también una orientación sobre si quedarse con sus estudios de Beta o tomar otro curso…Miro de reojo a mi amigo mientras texteo en mi teléfono.—No tengo ni idea, Saúl —confieso, soltando un suspiro—. Mira, e

Territorio de la manada Diamond Moon.Lavinia Maxwell.—No, no. Eso no será necesario —responde mi padre después de su trance—. Y me dices si vuelve a acercarse, informaré al consejo.—De acuerdo, padre… ¿Todo va bien con Clara?Él me dice que sí, y me alegra haberla sacado de aquí. Me encantaría poder sacar a las demás mujeres, a las que incluso no han pasado a consulta pero sé por sus caras y su aroma lo mucho que están luchando con sus emociones.Tras colgar la llamada, camino de regreso al toldo. Y al ver a mi amiga anotando cosas en su libreta, mis nervios se revuelven.Nina opina que siente que Alfa Oziel está actuando con sinceridad, pero todavía hay algo en la situación que no me convence.¿Y si miente? ¿Y si solo la está utilizando como carnada?Tal vez se la va a llevar, la secuestrará y…—Demonios, Lavinia, por favor escúchame —suplica Nina en mi cabeza—. Nosotras no sabemos cómo se siente aún estar enlazadas con alguien, pero he hablado con Tess. Ella realmente cree que Oz

Leander Cox.Despierto con la agitación de Near en mi mente. Con el corazón desbocado, busco del otro lado de la cama a mi compañera, pero ella no está.Descalzo y medio desnudo busco su olor.—En el balcón —me indica Near.Hago a un lado las ventanas de vidrio y entonces la veo, sentada en el suelo, viendo a través de las rendijas del pequeño balcón; con las piernas dobladas, el mentón en sus rodillas, pensativa.Sin querer presionarla, me siento a su lado. Ella suspira y entonces la codeo un poco, haciéndola sonreír y reaccionar; se abraza a mi brazo, así que beso su cabeza.La sensación desesperante en mi pecho se calma, pero sigo sintiendo algo extraño.—Amor, son las dos de la mañana, ¿tuviste una pesadilla? —cuestiono sutilmente.Dania busca calor así que termino por llevarla a mi pecho mientras ella sigue viendo la ciudad.—Hay… Algo que me inquieta, desde hace mucho, es solo que… Últimamente pasa más seguido.—Puedes decirme lo que sea, cariño —la incito, apretándola en mis br

Dania.Habíamos decidido hablar sobre cómo llegar a Zoryak después de descansar. Ha pasado suficiente tiempo, pero no estoy segura de tocar el tema. Ahora menos.Nos encontramos reunidos en la mini sala de la habitación del señor Cox, desayunando, y Near y Leander no dejan de pensar en la prueba de embarazo.—Aquí está —dice Adriel en su cuerpo de mujer llegando con una pequeña bolsa.Le doy una mirada de agradecimiento. Con la idea de que esté embarazada Leander y Near se han puesto más protectores. Ni siquiera estuvieron de acuerdo con la idea de salir a comprar la prueba juntos.Tomo la bolsa y los nervios se apoderan de mí. Me siento feliz, pero en el fondo el terror me sigue llamando, sobretodo porque, aunque le dije a mis amores que seguramente mi pesadilla era un recuerdo del pasado, tras pensarlo, me di cuenta de que… Yo no soy la niña que corre por el bosque.Me levanto para ir al baño y en cuanto Leander quiere venir conmigo le pido que me deje hacer esto sola, por lo que a

Territorio de la manada Golden Crescent.Alfa Alan Maxwell.—Pero tendríamos a los Guardias del Consejo también, ¿no? —agrega Alfa Michael de Orange Sunset.—Bueno, no —interviene Alfa John, de White Mountain—. En medio de una Guerra, los Guardias protegerán a los Ancianos del Consejo en todos los niveles. Así que por injusto que parezca… Dejarían todo a nuestra suerte.Alfa John tiene razón. Y el Consejo no puede hacer más que llevar a Alfa Calixto y Oziel a las mazmorras si les doy evidencia suficiente de que quieren derrocarme. Pero como no las hay, es difícil.—Caballeros… —digo después de un rato—. Si es que creen que he hecho bien las cosas hasta ahora, y no quieren que Zoryak se suma en constantes peleas, y abusos atroces, les ruego que preparen a sus Guerreros para lo peor.Todos asienten. Puedo sentir sus auras; sé que todos aquí son fieles a mí, no quieren que el sistema cambie, ninguno es demasiado ambicioso como para cambiar el bando hacia nuestros enemigos.—Alfas —llama