Estaba sentada en el borde de la cama pensando en todo lo que había pasado hace un momento, no tenía intenciones de dejar pasar la oportunidad de ser feliz pero una parte de mi no me lo permitía. Mire sobre mi hombro hacia la puerta; me había asegurado de que todos los invitados estuvieran lo suficientemente ebrios o apartados para notar lo que pasaría hoy.“Es el momento Abi, ¡Vamos!”.Su voz corría por mis venas como si todo fuera un nuevo, sus emociones y las mías se mezclaban creando confusiones y dudas. Si iba a aceptar a Marcus como mi compañero, entonces debía tener algo que aportar a la manada, despertar era mi única aportación valiosa, no podía llevar dote; pero si fuerzaTomé mi enorme abrigo y salí de la habitación directo al despacho de mi padre, estaba ahí sentado bebiendo un licor bourbon amaderado.-Estoy lista. - me paré derecha sacando el pecho orgullosa, quería que él supiera que hablaba enserio. Y así lo entendió, bajó el vaso de licor y me miró de arriba a abajo.

Me habían obligado a usar un vestido horrible y enorme que me quedaba suelto de todos lados y aunque me cubrieron los moretones con un maquillaje, fue difícil no notar que me había dado una golpiza. Las enormes mangas del vestido ocultaban los grilletes que inútilmente quise quitarme pero por alguna razón eran demasiado difíciles.“Son de plata, eso dicen los demás”, fueron las palabras de Delia.Fuera de la habitación note que estábamos en el fondo de la casa, en la zona donde dormían los empleados. Delia y Melinda me ayudaron a caminar derecha hasta la sala; estaba Marcus, la mujer pastosa sentada sobre las piernas de un hombre calvo con tatuajes. -¡Ahí está mi hermosa esposa!. - gritó Marcus mientras se ponía en pie. -¿Lista para la ponerle fecha a la ceremonia de nombramiento?.- El maldito todavía me tomó de la mano y me las beso como si lo que hubiera pasado fuera un invento. Pude sentir como me apretó las manos con fuerza para recordarme mi situación.-Quiero que sepas que te

Estaba seguro que no podía ser más miserable; después de la fructífera conversación con mi madre hace unas noches, luego viene la lluvia de mierda con Ragnar, “Carajo, esto no puede empeorar ¿o si?”. Estaba de pie mirando por el ventanal, suele ser así de distante todo el tiempo pero ahora era un mar con tempestad que no se podía navegar de ninguna manera.-No estoy seguro si esto tiene que ver con la vampire o si lo hace para ser mejor Rey.- La voz de Leo fue baja. -Quizas solo es una crisis de la mediana edad. - Samuel sabía sacar lo peor de cualquiera, “Ragnar lo decía una y otra vez, saca la basura de cualquiera; siempre”.-¿En serio Samuel?, ¿Crisis de la mediana edad?. - Leo es un hombre sereno que pocas veces pierde los cabales, pero se notaba cuando algo estaba fuera de su alcance. Las bromas de Samuel lo alteraba fácilmente.-Oye, ya en serio. Si el quiere a esa hembra, déjenlo tenerla. Saben que jamás busca hembras. Es una buena señal, ¿no?. - Samuel estaba intentando busca

Estar encerrada no me parecía la peor de las prisiones, pero los golpes, el encierro y la falta de comida me habían convertido en otra persona. Ya no luchaba. Intente por todos los medios mantenerme cuerda pero estaba comenzando a perder esa lucha, hacia semanas de Lena habia desaparecido en la oscuridad de mi mente entre todo el dolor y el miedo; intente ponerme de pie despues las horas de tortura que habia sufrido pero no pude, me tambalee de un lado a otro antes de volver a caer de rodillas contra el muro, todo se movia y estaba borroso; no sabia que droga usaban; pero era algo tan fuerte que habian matado a Lena. “No puede estar muerta, no puede estarlo. Por favor Diosa, ayúdame”, pero no pude decir ni una sola p

Solo necesitábamos organizar el ataque, esta maldita casa solo funcionaba con 15 personas y los 3 bastardos que nos retenian a la fuerza, no era posible que nos superaran; aunque las drogas eran su unica atadura. -¿Qué hay de Susy?. - la voz de Delia sonaba quebrada. -¿Quién es Susy?. - me daba curiosidad, no era la primera vez que la mencionan. -Es la hija del Alfa Marcus. - Noah estaba nervioso, se frotaba las manos con desesperación. -Es un monstruo, igual que su padre. -uno de los jovenes machos sujetó al viejo Noah para calmarlo. -Cuentenmelo todo, si vamos a salir de aquí necesito toda la informa