Punto de vista de SerenaBill tomó aire profundamente antes de hablar. —Entonces, ¿dónde te quedaste anoche, Serena?—Dónde me quedé no es asunto tuyo. —Respondí bruscamente.No había hablado con Bill desde que descubrí todas las cosas que hizo: el chantaje, los sobornos, arrastrarnos a un lío con la mafia.Bill parecía dolido, pero no cedió. —Solo quiero asegurarme de que estés a salvo.Stevie intervino con tono firme. —Está a salvo, Bill. Eso es todo lo que necesitas saber.Respiré hondo, tratando de mantener mi frustración bajo control. —Bill, ve al grano. ¿Qué quieres?Me miró con sinceridad. —Quiero que vuelvas a nuestra casa y te quedes conmigo.Por un momento, quedé atónita. ¿Volver a la casa? ¿Después de todo lo que había hecho? La idea me revolvió el estómago, por lo que bufé, incapaz de ocultar mi incredulidad.—¿De verdad crees que simplemente puedo volver allí después de todo, Bill? ¿Después de todas las mentiras y el desastre en el que nos has metido?Él parecía desesperad

Punto de vista de BillEl maître nos guio a través del restaurante, donde el aire estaba impregnado con el aroma a hierbas frescas y ajo.Era la primera vez que Serena visitaba ese lugar, yo había elegido ese sitio específicamente por su atmósfera tranquila y ambiente íntimo, esperando que pudiera ayudar a aliviar la tensión entre nosotros.Al llegar a nuestra mesa cerca del fondo, el maître retiró la silla de Serena, y ella se sentó con un educado gesto de cabeza. Tomé asiento frente a ella.—Hace tiempo que no salimos a un buen restaurante. —Comenté, intentando romper el hielo.—Sí, ha pasado bastante tiempo —ella no encontró mi mirada—. Se siente... diferente. —Añadió en voz baja.No pude evitar recordar todas aquellas cenas que solíamos tener cuando aún estábamos casados; restaurantes elegantes, comida excelente... y yo siempre demasiado concentrado en todo menos en ella. Recuerdo que me sentaba frente a ella, perdido en mis propios pensamientos, principalmente del trabajo. Ahora,

Punto de vista de Serena—¿Has notado algún cambio desde nuestra última sesión? —Preguntó Giovanna, con voz tranquila y familiar mientras me observaba desde el otro lado de la habitación.Hice una pausa, pensando en los últimos días.—Un poco —admití, jugueteando con el borde de mi manga—. Las pesadillas no son tan intensas, pero siguen ahí. Y durante el día, todavía siento esa ansiedad... como si siempre estuviera esperando que algo saliera mal.Giovanna asintió con una expresión pensativa. —Eso es un progreso, aunque no parezca mucho. Es importante reconocer los pequeños pasos.Esa era apenas mi segunda vez con Giovanna, la terapeuta que Bill me recomendó. Había comenzado a verla todos los martes y jueves. Su consulta privada era tranquila y acogedora, justo lo que prefería.Trabajar con Giovanna había sido una buena experiencia hasta ahora. Era tranquila y paciente, nunca me sentía apresurada cuando hablaba con ella. No me presionaba demasiado, sino que me guiaba suavemente a través

Punto de vista de SerenaEra el día del lanzamiento de la colección de verano, y la tienda bullía de emoción. Los becarios corrían de un lado a otro, haciendo ajustes de último minuto, mientras Stevie hacía lo suyo como siempre, manteniendo a todos en orden. Los exhibidores estaban listos, y las joyas lucían espectaculares bajo las luces.Me quedé allí, asimilándolo todo. Habíamos trabajado tan duro para ese momento, y finalmente había llegado el día. Todo se veía perfecto, no pude evitar sentir cierto orgullo por lo que habíamos logrado.Las puertas estaban a punto de abrirse, y pronto, el lugar se llenaría de gente admirando nuestra colección. Todo estaba sucediendo, solo esperaba que saliera tan bien como lo habíamos planeado.Respiré hondo y miré alrededor. —Muy bien, todos, podemos hacerlo. Hagamos que sea un gran lanzamiento.Asentí hacia Stevie. —Abre las puertas.Stevie me sonrió y asintió al personal. Las puertas se abrieron y la gente comenzó a entrar, con los ojos puestos en

Punto de vista de BillLos accionistas escuchaban atentamente, asintiendo mientras yo les explicaba los avances que habíamos logrado: nuevos programas de capacitación, iniciativas de liderazgo y los primeros indicios de una cultura empresarial más sólida.—Hemos visto una mejora medible en el compromiso de los empleados —dije, pasando a la siguiente diapositiva. Los gráficos y tablas mostraban las tendencias positivas—. Y la retroalimentación del personal ha sido abrumadoramente positiva. Estamos creando un ambiente de trabajo más colaborativo y respetuoso, lo que solo fortalecerá nuestra posición en el futuro.Hice una pausa para dejar que la información fuera asimilada, recorriendo la sala con la mirada para captar reacciones. La mayoría de los rostros alrededor de la mesa parecían complacidos, o al menos convencidos de que íbamos por buen camino.Pero Calvin, como era de esperarse, estaba reclinado en su silla, con los brazos cruzados y esa habitual expresión de indiferencia en su r