PUNTO DE VISTA DE ANASTASIAHan pasado semanas desde el implante... ¡Semanas!Dios mío. El simple hecho de pensar en eso me estresaba más de lo debido.El amable médico había dicho que solo tardaríamos unos días, a lo sumo una semana, en saber si el procedimiento funcionó o no.Después de la primera semana, acudí a él, luchando por contener las lágrimas mientras le preguntaba si algo podría estar mal.“No tiene por qué preocuparse, señora”, me dijo con una sonrisa compasiva. “Una semana es lo mínimo. Si tarda más de un par de meses, entonces podríamos empezar a preocuparnos”.Realmente esperaba que no llegara a ese punto. Recé para que no tardara más de un mes, pero aquí estaba, a pocos días de cumplirlo, todavía esperando y deseando.El médico insistió en que no me estresara y descansara lo suficiente, pero ¿cómo iba a hacerlo cuando necesitaba estar constantemente al lado de mi bebé?Pasaba los días y las noches junto a Amie. Para evadir la constante preocupación por si el pr

PUNTO DE VISTA DE DENNIS"El retorno de la inversión es enorme, Dennis," dijo Cole, con los ojos brillando mientras tomaba un sorbo de su vino. Después de beber, apuntó su copa en mi dirección. "Tienes que intentarlo"."Lo pensaré," le respondí por enésima vez. Realmente deseaba que dejara de hablar sobre este "trato". Si hubiera sabido que la idea de negocio de la que tanto quería hablar era esta, no habría despejado mi agenda para reunirme con él.Sería más feliz si estuviera pasando este tiempo con Amie o Ana. No sorbiendo este vino insípido y escuchando un negocio que podría hacerme perder más de lo que puedo permitirme."No, Dennis. No hay tiempo para pensar," dijo, enfatizando cada palabra mientras golpeaba la palma de su mano izquierda contra el dorso de la derecha."A ver si estoy entendiendo bien. Este proyecto del gobierno es una reurbanización que se centra en revitalizar áreas específicas con un bajo rendimiento económico, ¿correcto?".Asintió con la cabeza, dando otr

PUNTO DE VISTA DE AIDENMe retorcí en la silla giratoria en la que estaba sentado, repasando una y otra vez la llamada que acababa de recibir.Aunque su voz sonó tímida, no pude evitar notar la emoción y el alivio que claramente se filtraban en sus palabras."Em, hola".Me quedé callado, incapaz de encontrar mi voz."Aiden, ¿estás ahí?".Me aclaré la garganta y, finalmente, conseguí hablar. "Te escucho"."Bien, solo quería decirte que el procedimiento ha funcionado".Mi corazón dio un vuelco antes de que ella añadiera: "Estoy embarazada".Me quedé completamente en silencio, tratando de procesar lo que acababa de escuchar. Me sorprendió que no hubiera terminado la llamada."Son buenas noticias", logré decir al fin."Sí", respondió ella. Después de una breve pausa, la llamada terminó abruptamente con un clic seco.Tras esa llamada, mi mente quedó atrapada en un torbellino de pensamientos. No podía concentrarme en nada. Incapaz de evitar que sus palabras se repitieran en mi ca

PUNTO DE VISTA DE DENNIS"Hola, amigo, ¿estás ocupado?".Negué con la cabeza antes de recordar que no podía verme. "No"."De acuerdo, te acabo de reenviar los datos de contacto del hombre que iba a hablar contigo sobre la inversión"."Ah", respondí, sin esforzarme en disimular mi falta de interés. De hecho, ya se me había olvidado.Escuché su risa relajada resonar a través del altavoz del celular. "Se nota que sigues sin ganas"."Ya te lo dije, tío, no estoy en condiciones de arriesgar mi dinero. Tengo cuentas serias que pagar".Aparté el teléfono de mi oído y lo dejé sobre el escritorio."Entiendo, pero recuerda que en la vida hay que tomar riesgos, Dennis".Murmuré algo mientras seguía revisando los informes de inventario, los horarios del personal y los balances que el gerente de uno de mis bares acababa de entregarme.Hacía rato que no pasaba por esa sucursal."Dennis, ¿sigues ahí?"."Sí, te escucho"."Pensé que ya habías colgado", murmuró. "Ya le hablé de ti, así que

PUNTO DE VISTA DE ANASTASIAEsta vez, Dennis se puso rígido. Hubo un breve silencio antes de que se apartara lentamente, con las manos ligeramente apoyadas en mi cintura. Tenía la frente profundamente arrugada mientras preguntaba, "¿Cómo que se ocupó de las facturas?". Hizo énfasis en 'se hizo cargo'.Fruncí el ceño, confundida. "Quiero decir que pagó sus facturas del hospital”."¿De quién?". Él preguntó mientras sus manos caían de mi cintura a sus lados.Se me escapó una risa ligera, "De Amie, claro. ¿De quién más?”."¿Por qué?". Había un tono en su voz que me advirtió que fuera con cuidado.Empecé lentamente, "No lo sé, solo…”."¿Le pediste que pagara las facturas?”.“Yo…"."Anastasia, soy tu esposo. Las cuido a ti y a Amie desde que nos casamos. ¿Me he encargado de las facturas? ¿Por qué le pides ayuda? ¿Me quejé contigo?".Me sobresalté, sorprendida por su tono. Aunque hablaba en voz baja, la ira y las acusaciones en su tono no podían ser malinterpretadas."Yo no hice es