Capítulo 102Amelia se me acercó un tanto agresiva, dejando de lado esa supuesta nueva amabilidad de la que todos hablaban como la última maravilla.—No se de qué hablas, yo solo quiero estar sola por un tiempo en esta casa.Quise fingir demencia, lo último que quería era confirmar mis sentimientos a viva voz.—Conmigo no tienes que hacerte la mustia, se perfectamente que estás tras Bruce, que si estás aquí es porque quieres tenerlo, pero te lo advierto ¡No será así!Sonreí —Pense que todo lo que decían de ti era verdad, que habías cambiado y que eras un poco más madura, solo fue una mascara por lo que veo.—¡Cállate! Contigo nunca seré una buena persona, sencillamente porque te conozco, quieres lo que tengo.Sus ojos parecían dos tizones de fuego, gruñó enojada mientras me amenazaba.—No me importa si no me crees, no tengo nada con Bruce —le repetíElla me jalo del brazo, me solté con agresividad de su agarre—Eso espero, porque no sabes de lo que soy capaz, creo que Alex no quiere

Capítulo 104Narra David A la primera persona después de mi madre que le había confesado mis sentimientos con sinceridad era a Aurora.Después que dejó que descargará años de frustración, supe que ella sería mi amiga, y podía confiar en ella.No puedo negar que me enojaba que Bruce tuviera la suerte de tener a dos lobas tan hermosas peleando su amor.Aurora me interesaba como amiga, Pero Amelia... Ella era el amor de mi vida, desde que la conocí de cachorro sentí que era mi destinada.Ella me rechazaba, noe trataba como los demás, Pero que podía pedir en esta silla de ruedas a la que me condenaron desde que nací.Amelia era quizás la única que era sincera con sus sentimientos, la única que era capaz de decirme realmente que yo no le agradaba.Aurora me recomendó mirar el panorama, quizás alguna loba podía amarme y enseñarme lo que era el verdadero amor, Pero no, eso no pasaría.Nadie se fijaría en un lobo como yo, era más un estorbo que ese lobo protector que cualquier loba sueña.Me

Capítulo 106Sentí un golpe recio en el pecho, aquella información cambiaba por completo todo, le pedí que no le dijera nada por ahora.Me reuní con el concejo de ancianos, ellos me aceptaron con cariño, me veía como la madre de Alex, lo que me hizo sentir aún más el frío de esta situación, como si la responsabilidad recayera en mis brazos.—¿Que pasará? Debemos hacer algo para ayudarlo —llore, estaba desesperada, no estaba aún preparada para que Alex muriera.—Vamos a pedir otra revisión, pero reina usted sabe que el es uno de los medicos más capacitados que existen, si dijo esas palabras es porque realmente no hay mucho que hacer.Cai derrotada en la silla, no quería que Alex terminara de esa manera—Me lo llevaré a Fénix, no puedo dejarlo solo, además Aurora está allí y se que ella entenderá la situación.—Es mejor que la entienda y que se ponga la tarea de procrear —dijo uno de los ancianos algo avergonzado Pero bastante imprudente.—¡Mi sobrino puede morir! No sé da cuenta que es

Capítulo 108Narra AuroraHabía tomado la decisión de dedicarme al cuidado de Alex, no salía de la habitación, me quedaba cuidando cada movimiento y cubriendo sus necesidades —Cuando regresemos a Redmoon dejaré de tratarte de esa manera, no quiero que me odies, y se que te borraré a esa ilusión que te creaste en tu cabeza.Le di un beso en la frente, el no sabía que nunca regresaría a Redmoon, que su paso aquí sería definitivo, Mila me había suplicado no decirle nada, ella esperaba que el estuviera tranquilo.El medico llegó un par de días despues, nos confirmo que no había nada que hacer para reparar el daño causado.Desde ese día me comprometí a cuidar de Alex hasta que llegara el último día, se suponía que le quedaba un año, pero parecía deteriorarse mas rápido.—Es normal, Alex está debilitándose y su sangre no totalmente de sangre limpia y de Alfa, Kevin que es su padre tiene sangre Omega, y esto lo hace más débil a la enfermedad.Solo nos quedaba esperar su último día de vida.

Capítulo 110El aire entre Alex y yo se volvió pesado, como si el tiempo se hubiese detenido, me miró con incredulidad, sus ojos oscuros y llenos de dolor. Por un segundo deseé poder deshacer lo que acababa de suceder, pero la verdad ya estaba al descubierto, flotando como un veneno en el aire.—¿Era él? —preguntó Alex, en voz baja, con el rostro sombrío. No necesitaba responderle; la culpa en mis ojos lo confirmaba todo. Dio un paso atrás, como si mi confesión lo hubiera golpeado en el pecho. —Alex, déjame explicarte… No es lo que tú piensas. —¿No es lo que pienso? —gruñó, su respiración volviéndose irregular. Las manos le temblaban de forma alarmante. Se llevó una a la frente, como si el peso del mundo acabara de desplomarse sobre él— Entonces… ¿estás enamorada de Bruce? ¿Estas enamorada de mi primo?—¡No quería que lo descubrieras así! —grité desesperada, acercándome a él— Pero no tiene que significar nada, Estoy aquí contigo. Lo elegí a él en el pasado, pero me quedé contigo,