Tenía muy clara la respuesta, pero no era capaz de decirlo en voz alta. Porque aunque con la historia que me han contado ya odio al padre de ellos, ese sentimiento no es tan fuerte para no querer una vida al lado de la persona que amo.— ¿Ustedes serán como su padre?— Eso es algo que no podemos asegurarte.— En vista de que son muchos hermanos, diría que no fue la primera vez que su padre vino con la maravillosa noticia de que iba a tener otro hijo, mientras su madre se enfrentaba a la tristeza de no poder volver a quedar embarazada.— Tienes razón.— Así que, básicamente su madre se sintió mal, porque fue desplazada porque no podía tener más hijos.Los chicos tensionan sus mandíbulas tan fuerte, al igual que sus puños que las venas en sus brazos resaltan y los nudillos de sus manos se tornan blancos. Por eso, me acerco a ellos y coloco mis

El camino de regreso es más molesto de lo que pensé. Porque cuando creí que lo peor era verlos a ellos enfrentándose verbalmente o con golpes, descubro que la guerra del silencio y miradas llenas de enojo, es peor.No hay mucha luz para saber si sus rostros están rojos o sus venas sobresalen, pero, algo si es evidente: no se puede respirar normalmente aquí, por la tensión que se siente por su culpa.Es por eso que el recorrido resulta demasiado largo, pero eso no es lo peor. Ya que, apenas llegamos, Nolan aparece vestido con traje a la medida, observándonos con asombro.— ¿Por qué ustedes no están listos? — pregunta él aturdido.— ¿Ya comenzó la fiesta?— Por supuesto que sí. Ya era para que estuvieran terminando los últimos detalles de su vestimenta para entrar al gran salón. — dice Nolan muy feliz por su fiest

Sintiéndome muy impotente porque ni siquiera puedo escoger si voy o no a una fiesta, me termino de alistar. Al tener experiencia en el maquillaje por ser una actriz, logro ocultar mis ojeras y mis pecas, pero, no mi miedo y enojo por todo lo que me sucede.‘Ojalá pudiera ocultarme así de fácil de todos estos locos.’ Me digo mentalmente mientras observó a la mujer hermosa frente al espejo, pero ni siquiera estando así es feliz.Entonces comienzo a comprender por qué en la lápida de la madre de los gemelos ella sonríe, pero no está feliz, porque al final, es una sonrisa forzosa.‘¿Es esta la vida que me espera al lado de estos desquiciados?’ Me preguntó mentalmente anhelando salir de este problema pronto.— Marcela, está por cumplirse el tiempo que te dio mi hermano para salir. Por favor, no causes problemas. — dice el hombre que me espera

Los chicos bailan, tienen sexo incluso sobre las mesas y también consumen droga. Pero, eso no me importa en lo absoluto, porque yo estoy empezando a pasármela bien.Los chicos han comenzado a jugar algo sobre seguir una secuencia en los números o el abecedario y quien repita la siguiente palabra a la vez, pierde y debe beber de la botella y ser golpeado con el dedo medio en la frente, por lo que, los tres tenemos la frente roja.Sonriendo, continuó con el juego mientras digo mi respuesta y doy un pequeño saltito en mi asiento. Los gemelos vuelven a equivocarse y yo aplaudo complacida de que esta vez no me toca beber a mí.— ¡Fondo! ¡Fondo! — digo empujando las botellas que cada uno de los gemelos tiene sobre sus labios.De inmediato, aplaudo cuando veo que ellos comienzan a toser por lo fuerte que es el alcohol. Aunque estamos haciendo mucho ruido, sus hermanos no nos molestan porque ellos est&aacu

Soy consciente de cuán peligroso es que yo esté encerrada en una habitación como uno de los gemelos. Pero, en estos momentos ni mi cuerpo ni el suyo reaccionan como debe, porque los dos nos tambaleamos aunque nos aferremos a algo como soporte.Incluso el beso es torpe y puedo sentir que al igual que yo, su cuerpo se balancea producto de la ebriedad que nos invade a ambos. Por lo que, creo y espero que no vayamos a avanzar más allá.Sin embargo, mi cuerpo me hace dudar porque se calienta aún más por el beso torpe que me están dando. Es increíble cómo estando tan ebria aún pudo responder, pero, más increíble es para mí que sin ordenarle algo a mis manos, estas están rompiendo la camisa del hombre que me besa.‘¡¿Qué rayos te sucede, Marcela?! ¡¿Acaso has olvidado dónde te encuentras?! ¡¿No eres consciente del