CONTRATO; INFIERNO TENTADORCAPÍTULO 41; Novio misterioso—HARRISON— —Dos horas más tarde—Hemos llegado hace unos minutos a la casa de Stefan, hay que admitir que la casa es preciosa.—¿Saben por qué Rayza no vino con nosotros? Creí que vendría —pregunta Claudia mientras saca unas cervezas y las pone en la nevera. —Sí viene, solo que la traerá su supuesto novio, ese del que no nos dice más que es lo mejor del mundo —masculla Patricia, parece que no le agrada el chico—. Siento que ese chico con el que anda es demasiado misterioso. —¿Ya son novios? —Pues ya andan, mi querida Claudia —Stefan destapa una cerveza y le da un sorbo—. Esperemos a ver que lo traiga y salimos de dudas, no especulen sin conocerlo. —¿Y si mejor dejan de hablar de ese tema? —Julio le pasa el brazo a Maya por encima de los hombros—. Disfrutemos de estar aquí. —De acuerdo con mi amigo. —Claro, son amigos, estarán de acuerdo siempre —ataca Maya. —Instinto masculino, guapa, así como ustedes tienen intuición f

CONTRATO; INFIERNO TENTADORCAPÍTULO 43; ¡nervios!—CLAUDIA—No puedo creer que los que yo pensaba que eran mis amigos también sabían que Kay estaba vivo, incluso los padres de él sabían que estaba vivo y aún así no se tocaron el corazón para tratarme tan mal y terminar haciendo de mí una persona insegura, con miedos y que tuvo que posponer su vida porque sentía que no podía seguir con tanto dolor encima. Todo en mi vida cambió por una mentira que dañó todo lo que había construido, así que no le permito que me haga sentir culpable, claro que aceptaba hacer todo lo que me pedía, pero era porque estaba enamorada, era una adolescente sin malicia y ellos me dañaron.Lo que más me duele es que perdí años de mi vida sufriendo por un accidente que marcó mi vida, un accidente en el cual nadie murió y yo pensé que sí, todos me hicieron creer que Kay había muerto; todos jugaron conmigo. Hay tantas cosas que no logro entender todavía, mi cabeza se ha convertido en un laberinto del cual no veo u

CONTRATO; INFIERNO TENTADORCAPÍTULO 45; El juego I—ESPECIAL KAY—Hay que aceptar cuando uno pierde, pero perder es para mediocres, y por eso yo no puedo perder ante Harrison, y es que me hierve la sangre de verlo al lado de Claudia, ellos no pueden estar juntos, si en el pasado no hubo contacto entre ellos dos quiero que vuelva a hacer así. Tengo que aceptar que tomó demasiada ventaja, supo cómo tenerla a su lado, yo no esperaba regresar y encontrarla casada justo con el chico que yo molestaba en mi adolescencia, ella nunca mostró interés por él.Desaparecí por cuatro años después del accidente, lo vi como una buena oportunidad para no tener que estar al lado de Claudia y del bebé que esperaba, claro que la quería, pero no estaba listo para ser papá.Las oportunidades no se deben dejar pasar, por eso no hice el mayor esfuerzo por buscarla, claro que sabía dónde estaba por las empresas de su padre, pero quise que el tiempo pasara y buscarla cuando fuera el momento, fue una lástima qu

CONTRATO; INFIERNO TENTADOR CAPÍTULO 47; Egocéntrica —HARRISON——Dos días después—Dejo caer mi cuerpo en la cama, el sudor baja por mi frente y mi respiración descontrolada se puede escuchar en la habitación, igual que la de Claudia, su cara está roja y el sudor baja por medio de sus senos.—¿Sabes que te ves hermosa? ¡Carajos, me encantas! —se ríe y la agarro por la cintura para que quede cerca de mí y besarla—. Me gusta estar contigo.—A mí también me gusta, ¿dónde aprendiste a complacer a una mujer tan bien? Casi muero de tanto gritar —se vuelve a reír. Cada vez que sale con cosas así se pone más roja de lo normal.—Secretos —hago un gesto de desinterés y me empuja.—Payaso —me dice. Me queda mirando—. ¿Desde cuándo cambiaste tanto? Tengo pequeños recuerdos de ti cuando eras adolescente y no eras nada atractivo.—Creí que nunca te habías fijado en mí. Y cambié gracias al gimnasio, Julio me animaba a ir, ya después iba yo solo hasta que un día me miré en el espejo y había cambiad

CONTRATO; INFIERNO TENTADOR CAPÍTULO 49; Herida del corazón—CLAUDIA—Escucho que tocan la puerta y me quedo sentada esperando que la abran, la mayor parte del tiempo lo hago yo, pero me siento cansada, ayer llegamos muy tarde a la ciudad y dormí muy poco porque me tocaba ir a la universidad. La pasamos bien hasta cierto punto, volvería a ir si no fueran ciertas personas que me hacen la vida molesta y desagradable. —Señorita Claudia, la buscan en la puerta.La señora que nos ayuda en la casa se me acerca. —¿Quién? No espero a nadie.—Una señora muy elegante. ¿Qué le digo?—No te preocupes, regresa a la cocina y yo la atiendo.Resoplo con cansancio y me levanto para ver quién es. Siento que mis vellos se erizan al ver la persona enfrente de mí, hace mucho tiempo que no la veía y tampoco tenía ganas de verla de nuevo. Por su culpa mis papás tuvieron que cambiar de ciudad y ahora ella también está aquí. —Así que vives aquí —su mirada intimidante se posa en mí—. ¿Con qué estúpido mill