Litza Cooper Cinco años después… Como madre debemos estar acostumbradas a ver a nuestros hijos crecer, me cuesta asimilar que mis pequeños, Kalen y Jax tienen veinte y un año, ellos son alegría y energía que brindan calidad a nuestras vidas. Son muy unidos, ellos han optado por estudiar en una universidad cerca de la manada, como a tres horas en auto desde aquí, sin embargo, se instalaron en los apartamentos en el recinto y aunque sé que pueden venir e ir cuando quieran, no me gusta tenerlos tan lejos. Aunque tengo 41 años, mi envejecimiento se detuvo a los veinticinco con exactitud, por otro lado, Darek tiene 56, sigue idéntico a como lo conocí. Cuando mis gemelas alcanzaron la edad de cinco años decidí no tener más hijos y mi esposo estuvo de acuerdo con la decisión tomada, es suficiente para nosotros tener cuatro preciosos jóvenes. Mis hermosas niñas tienen 14 años, no quisiera seguir contando sus edades, sin embargo, el tiempo transcurre en mi contra. Odio esto, ellas entrenan

Litza Cooper Los días en la casa comenzaron a volverse tenso, nos encontramos en el desayuno, Darek se mantiene en silencio y nadie habla de lo sucedido, sin embargo, se puede sentir la tensión asfixiante y como madre de cuatros jóvenes con habilidades únicas puedo intuir que las gemelas hablan a través del pensamiento con sus hermanos tratando de mantener sus rostros lo más calmado para evitar que nos demos cuenta, no obstante, soy su mamá y conozco sus pasos. —¿Podrían expresarse en voz alta? —interrogo mirándolos, Darek coloco su mano en mi pierna que ni siquiera me había percatado que muevo. —Nadie quiere organizar al menos un plan para detener a este tipo —soltó Kalen con su ceño fruncido—. Somos cuatro híbridos —expreso como obviedad. —Hablamos eso, Kalen —le dijo mi esposo mirándolo con seriedad. —Nunca lo sabremos sin comprobarlo —expreso con cierta molestia. —¿Te estás escuchando? Puedes morir, maldición, ¿es quieres romperle el corazón a tu madre y tu familia solo por

La familia Archer Cooper devastado por la brutal pérdida de un amado y padre ejemplar, Darek, el primer híbrido en la historia de lo sobrenatural con un rival poderoso que lo llevo a su muerte utilizando el poder de una bruja y llevándose consigo a su hija Kaily bajo una imponente amenaza de terminar lo que empezó si no se iba con él. El destino ha condenado a la joven Kaily, sin embargo, ella solo deseará una cosa más que nada en esta vida: venganza por lo que le hicieron a su familia, Lucían Fairfax puede ser su mate, pero el odio, desprecio y su sed de terminar con todo el mal hecho por este es más grande que cualquier otro sentimiento que pueda aflorar en su corazón. ¿Será la híbrida capaz de detener a Lucían Fairfax sin caer en sus encantos?

Kayla Archer La necesidad de gritar a todo pulmón presiona contra mi pecho, sin embargo, solo tengo una expresión vacía, ya que es como me siento al perder tres cosas importantes para mí en un mismo día: mi hermana gemela yéndose en contra de su voluntad con el hombre que asesinó a nuestro padre y por último, mi mate rechazándome mientras de su mano se encontraba colgada una vampiresa. Mi familia puede estar sufriendo por esto, pero estoy triplemente más afectada, sin contar que mis emociones se triplican al ser una híbrida. Trato de mantenerme cuerda, de ser lo más humana posible en esta situación, no obstante, hombres creyendo que tiene derecho de reclamar el título de mi padre al este ya no encontrarse para defender vienen a retar a mi hermano mayor. Cuando me di cuenta de lo que había hecho, ya sus cabezas estaban a mis pies y mis manos manchadas de sangre mientras mis hermanos y madre me miraban horrorizados por la escena en la tierra sagrada convirtiendo un día triste en algo

Kaily Archer Al llegar a la mansión de Lucían me encerraron en una habitación con seguro, me deslicé al suelo mientras las lágrimas se deslizaban por mi mejilla, no tenía miedo. Lloraba de rabia y por la muerte de mi padre, no podía creer que él se atreviera a quitarle la vida de la manera más cruel y luego quemar su cuerpo como si no fuera nada. Se supone que mi mate debe ser piadoso con lo que amo, sin embargo, él solo muestra maldad hacia ellos, no puedo pensar en nada más que enterrar mi mano en su pecho y quitarle el corazón. Lo odio como nunca, esperaba que tuviera cierta luz algún día y quizás mi familia lograra perdonarlo, pero después de verlo asesinar a mi padre no quiero nada más que acabar con este a toda costa. Al principio cuando empecé a tener fijación por los chicos mi crush principal era el vampiro serio que solo sonreía para mí. Lo veía como el hombre más imponente después de mi padre, su forma de expresarse, verme y sus regalos acordes a cada etapa de mi vida. Cua