En la mañana, al despertar no lo vi tampoco a los gemelos, supuse que se había levantado y los había llevado con mis padres, me duché y me organice, me puse un vestido y el perfume que le gustaba a Patrick, lo reponía cada vez que se acababa.Al terminar salí allí estaban los tres y los gemelos embebidos, saludé y no me notaron, me acerqué y abracé a Patrick y saludé al resto, sostuve a nuestro hijo, había amaneció felices, no habían llorado, dijo mi madre, Patrick dijo que iría a ducharse, debía empezar sus clases.Me quedé con mis padres y los gemelos, ellos me estaban contando sobre el cómo se conocieron, mencionaron el tema del matrimonio, me preguntaron cuando pretendía aceptar casarme con Patrick.Les dije que no sabía y que pensaba que aún consideraba que era muy pronto, me preguntaron que si era que no quería. Si casarme quiero, pero quiero esperar, no sé por qué es solo que así lo siento, estoy segura y lo amo, pero me perece prudente esperar, los gemelos eran unos bebés aún,

—No se trata de quien lo solucione hija, se trata de que son una pareja y deben actuar como tal, no son unos niños jugando a serlo, de ese modo no van a llegar a ningún lado, porque así no es como funciona las cosas.—Es algo serio, no pueden simplemente jugar a quien puede dar el brazo a torcer primero, porque al pasó que van lo único que están logrando es crear vacíos en la relación que después serán difíciles de remediar, porque no es ahora cuando pueden ver eso, es después cuando ya sea imposible de remediar.—Entonces buscarán la manera de solucionarlo, pero ser demasiado tarde, entonces descubrirán que la única solución será dejarse ir, que perderse será lo único que pueda solucionar lo que hoy están a tiempo, pero que no quieren ver. Dejen el capricho y actúen ahora, háganlo antes de que sea tarde, la mayoría de las parejas fracasan por lo mismo.—Mami no seré yo quien tome la iniciativa está vez, él es el que está en un error, no lo solucionare yo, de ninguna manera.—¿Por qu

Habían pasado 8 meses desde que Patrick me había puesto ese anillo en el dedo y me había pedido matrimonio. Nos habíamos casado, había sido una gran boda, a pasar de no conocer a muchos, había cumplido mi sueño, había junto a mí padres llevado a cabo toda la preparación, todo tal cual un día había soñado, me alegraba el equipo que mis padres y mi esposo habían formado, porque sí, ya lo podía llamar mi esposo, lo era. Nuestros gemelos cada vez crecía más y aunque no podía negar que teníamos uno que otro inconveniente en la relación, porque aún seguía siendo una chica muy inmadura, que apenas se estaba acostumbrando a tener un marido, una familia, debía reconocer que Patrick, me tenía mucha paciencia, lograba hacerme feliz, siempre sabía cómo solucionar los problemas. No solo me había casado con mi profesor de matemáticas y hombre que sentía que era el amor de mi vida, había conseguido algunos logros, después de graduarme, me dediqué unos meses a nuestros hijos. Después con su apoyo