PRINCESA DE DÍA... CAPÍTULO 19. No dejes que la diadema te confundaY por supuesto que aquella condenada mujer no podía ser como el resto de las mujeres normales, comunes, sin drama. Ella simplemente se giró hacia él y le dio un pequeño beso en la mejilla, como si fuera un cachorrito bueno o un polí
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