A la mañana siguiente luego de una noche demasiado larga todas las lobas fueron convocadas una vez más a la plaza. Todas conocían a la perfección el motivo de aquella reunión, el alfa hablaría sobre los recientes rumores y solucionaría el problema. Cuando Estella y Noah llegaron a la plaza recibieron unas cuantas miradas despectivas y escucharon algunos comentarios y chismes. Noah intentó no prestar atención a nada de lo escuchaba, en cambio Estella ardía de furia y su amiga tuvo que calmarla en más de una ocasión para evitar que le enterrara los colmillos a alguien. Muchas lobas retrocedían atemorizadas, otras en cambio no demostraban temer y tentaban su suerte. Una de ellas era la misma chica que anteriormente se había metido con Noah y había comenzado el chisme insinuando que Noah intentaba seducir al Alfa. -Parece que el Alpha por fin va a hacer limpieza, ya era hora de que comenzaran a sacar la basura. – dijo la chica y las que estaban a su alrededor comenzaron a reír, excepto A

Mientras Raquel se retorcían en el piso gritando de dolor Amber y otras de sus amigas se acercaron a ayudarla a ponerse en pie, apenas podía enderezarse y le costaba respirar debido a las múltiples contusiones. Noah entre de una salto al cuadrilátero y abrazó a su amiga. - Eres todas una guerrera – le dijo con una sonrisa. - Solo sé solo suficiente para defenderme de los abusones – respondió ella mientras acariciaba el cabello de Noah como si fuera una niña pequeña y lanzaba miradas asesinas por donde se llevaban a Raquel. - Esto no se va a quedar así – grito Raquel reuniendo sus ultimas fuerzas. - Claro que no – respondió Estella con una sonrisa – esos golpes se hinchan. – Noah le dio un pequeño golpe en el hombro en broma. - Bien – la voz de Enzo interrumpió el pacífico momento y todas se pararon rectas. – creo que ya fue suficiente de este juego, vinieron aquí a entrenar y aunque el ejercicio no empezó de la mejor forma, es hora de poner orden. Kalias a partir de ahora y por el

Los siguientes meses Noah continuó su entrenamiento y Enzo siempre que podía y nadie estaba mirando la ayudaba, todo en la manada parecía mantenerse en paz o al menos así era en la superficie. Arley había comenzado sus movimientos, lentamente y bajo la sombra había comenzado a mover cerca de la manada enviado espías que se acercaran poco a poco intentando interactuar con alguna de las lobas. Cada manada tiene una conexión especial con sus miembros, algunos pueden cortarla e ignorarla al abandonar la manada, pero también pueden tenerlo como un canal abierto que esta disponible para interactuar y recibir mensajes. Estella y Noah habían cortado ese canal dejando en el pasado como su antigua vida, en cambio Amber no lo hizo para poder mantener contacto con su familia.Buscando información Arley había dado con la familia de las lobas que se habían llevado como ofrendas, de la familia de Estella no consiguió nada, pero cuando llegó con la familia de Amber descubrió que mantenían contacto.

- No soy tuya – gritó corrigiendo a Arley - ¿Eso es cierto? – preguntó Noah mirando a Enzo. No quería creer nada que saliera de la boca de Arley, pero de ser así entonces eso justificaba por qué había ido hasta allí a buscarla. - Es cierto, supe que eras un pura sangre desde el primer momento que te vi. – respondió Enzo manteniendo la misma actitud despreocupado, mientras por dentro estaba implorando que Noah no desconfiara de él. - Ves, te dije que solo quería usarte, no te conto porque no quería darte poder, solo le interesan tus ojo y usarte. - Deja de suponer que todos son como tú y tu padre. – dijo Enzo apretando un poco los dientes, era obvio que aquel comentario le había incomodado. Y luego mirando a Noah agregó. – no te dije porque aún no era relevante, creí que tendría más tiempo para entrenarte y cuando tuvieras tu loba podríamos sentarnos a conversar. No había necesidad de preocuparte con eso ahora. - No le creas Noah, él te esta mintiendo, ven conmigo acéptame como tu p

Noah abrió los ojos una vez más pero solo durante unos segundos y los volvió a cerrar. Últimamente no había conseguido pararse de la cama, se sentía extremadamente débil, había pasado casi una semana en ese estado. Enzo había traído a todos los médicos o curanderos de la manada, pero todos decía que ella estaba sana, que no había problema. En cambio, los días seguían pasando y Noah no se levantaba de la cama. Todos estaban angustiados sin comprender lo que sucedía o como había llegado a ese estado. Enzo se sentía culpable pensado que el estado de Noah era debido al shock de las ultimas noticias recibidas. El Alpha se estaba volviendo loco hasta que una idea pasó por su cabeza. -La bruja- murmuró y de inmediato se puso en marcha a la casa de la mujer. No le tomó mucho tiempo llegar a la antigua cabaña a las afueras de la manada, no era la primera vez que iba, pero seguía sintiendo un terrible mal presentimiento o sensación mientras más se acercaba. La puerta se abrió justo antes de q